Cuando cae la noche, Israel suele desatar con más violencia los bombardeos que apenas cesan en Gaza desde hace una semana, cuando Israel recrudeció sus ataques. La Franja ha sido de nuevo en la madrugada de este martes un infierno en el que las bombas israelíes se han cobrado decenas de víctimas: al menos 73 personas han muerto en los ataques, según fuentes sanitarias del territorio citadas por la cadena Al Jazeera.
En declaraciones a la BBC, este responsable de la ONU ha coincidido con otras organizaciones humanitarias que describen la supuesta ayuda israelí como “una gota en un océano de necesidad”. Ni siquiera está claro cuándo van a entrar los camiones de ayuda. Fletcher ha dicho esta mañana que los vehículos, cargados con “comida para bebés y medicinas”, eran solo cinco y seguían en el lado israelí del paso fronterizo con Gaza de Kerem Shalom, aunque horas más tarde el portavoz de la agencia humanitaria de la ONU, Jens Laerke, ha precisado que ya habían recibido permiso para introducir en la Franja un centenar de camiones, y que la previsión es que puedan acceder al territorio hoy mismo.
El domingo, el primer ministro israelí anunció un alivio muy limitado del bloqueo total de la entrada de suministros básicos en el enclave palestino, que ya dura más de dos meses y medio y que ha empujado a la población al borde de la hambruna. Lo hizo, sin embargo, tratando de aplacar al mismo tiempo a sus socios ultraderechistas de Gobierno, al asegurar que la comida que penetraría en la Franja lo haría en cantidades “básicas”. Netanyahu también reconoció, sin ambages, que esa medida se dirigía a aplacar la presión internacional, especialmente de Estados Unidos.
“No nos quedaremos de brazos cruzados mientras el Gobierno de [Benjamín] Netanyahu continúa con estas acciones escandalosas. Si Israel no pone fin a la nueva ofensiva militar y no levanta las restricciones a la ayuda humanitaria, tomaremos otras medidas concretas en respuesta”, señalan los tres países firmantes del documento.
La población de Gaza carece de lo más básico y sigue además siendo bombardeada. En la madrugada de este martes, nuevos ataques han matado al menos a 73 personas, según fuentes sanitarias palestinas. Como de costumbre, las bombas golpearon blancos civiles: entre ellos, la casa de una familia y una escuela que alberga a desplazados, donde hay 22 fallecidos, más de la mitad mujeres y niños, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad de la Franja.
Otro ataque en Deir al Balah, en el centro del enclave, mató a 13 personas, mientras que un bombardeo en el cercano campamento de refugiados de Nuseirat provocó otras 15 muertes, siempre según fuentes sanitarias. También en Jan Yunis, donde el ejército israelí ordenó el lunes el desalojo de la población, murieron 10 personas. Y hay otra quincena de víctimas mortales en ataques similares.
Para los gazatíes, la ya lejana esperanza de un nuevo alto el fuego se desvanece. Las negociaciones que transcurren en Doha (Qatar) entre Israel y Hamás no han dado fruto, a causa de “diferencias fundamentales entre las partes”, ha dicho hoy el primer ministro de ese país, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, en un foro económico celebrado en la capital catarí.
Netanyahu rompió la anterior tregua el 18 de marzo, cuando precisamente vencía el plazo para pasar a la segunda fase en la que Israel estaba ya obligada a negociar su retirada de Gaza y el final de los bombardeos. Netanyahu y sus socios ultraderechistas de Gobierno aseguran que su objetivo en Gaza es “una victoria total” sobre Hamás.
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Source: elpais.com