La infrafinanciación del sector público, que limita su capacidad para ampliar las plazas, pese a la voluntad académica de hacerlo, choca con la escasa respuesta de las administraciones en un escenario marcado por el crecimiento de la oferta privada. Estas son las carreras con las notas de corte más altas de España.
Las matemáticas siguen de moda. Las cuatro carreras con mayor nota de corte en España corresponden a los dobles grados en Física y Matemáticas. La altísima empleabilidad —con un paro inferior al 4%, según la última Encuesta de Inserción Laboral de Titulados Universitarios del INE— atrae a quienes buscan una sólida proyección profesional.
Este fenómeno implica un problema: la escasez de docentes de Matemáticas en los centros educativos ante una oferta en el sector privado muy atractiva y, con frecuencia, con salarios más altos. Además, desciende la presencia femenina. Las mujeres pasaron de representar un 52,5% del alumnado en el grado en 1997 a ser un 36,27% en 2023.
La Universidad de Sevilla encabeza el ranking con una nota de corte de 13,764 sobre 14. Le siguen de cerca la Universidad de Granada (13,750), la Complutense de Madrid (13,736) y la Universidad de Zaragoza (13,699).
El boom de la inteligencia artificial ha modificado el mercado laboral. Solo en España, uno de cada cuatro trabajos para los informáticos corresponde al desarrollo de esta tecnología. Los titulados en este campo tienen una base media de cotización de 34.191 euros a los cuatro años de graduarse.
“En informática uno de los problemas es que no acaban el grado porque los contratan antes”, dice Carmen Gallardo, vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Sevilla. A pesar de ello, según un informe desarrollado por la asociación IndesIA, la hace perder al país unos ingresos equivalentes al 1,3% del Producto Interior Bruto.
Este doble grado se ofrece en 16 universidades públicas españolas con una nota de corte que supera el 11,700 en todos los casos. La Universidad Politécnica de Valencia lidera la lista con un 13,62, seguida de la Universidad de Sevilla con un 13,595.
Según José Antonio Sánchez, vicerrector de Estrategia y Planificación Académica de la universidad sevillana, quienes eligen esta carrera son jóvenes con un perfil “muy abierto al mundo, acostumbrados a viajar y a informarse por redes. Sus fronteras ya no son las de su país”.
En este sentido, la proyección internacional desempeña un papel fundamental: “De los casi 9.000 alumnos que hay en la universidad, 1.400 se van fuera anualmente”, cuenta el vicerrector. El 95% de quienes solicitan un intercambio, lo consigue.
La carrera de Medicina siempre ha tenido tirón, pero desde la pandemia más que nunca. Prueba de ello es la Universidad de Sevilla que, una vez más, es la nota más alta con un 13,450. Detrás están la Universidad de Granada, con un 13,416, y las universidades de Córdoba y Málaga, ambas con un 13,353. Para dimensionar la demanda de este grado, basta con observar la evolución desde 2014 a 2023, tiempo en el que las preinscripciones pasaron de 43.000 a 70.000.
El decano subraya la necesidad de generar más vacantes. “Hay un proyecto en fase de licitación para una nueva facultad de Medicina”, comenta. “Si esta sale adelante, podremos aumentar el número de alumnos, pero dependerá de las autoridades políticas”.
Medicina es uno de los ejemplos más claros de cómo la incapacidad del sistema público encuentra respuesta en la privada. La Comunidad de Madrid es un caso paradigmático: hay más alumnos de primer año de Medicina en la privada que en la pública.
Gallardo, la vicerrectora de Estudiantes, apunta contra las administraciones autonómicas: “Todo este tiempo estuvimos infrafinanciados; el Gobierno de España se ha dado cuenta de eso y en Medicina hizo una campaña especial que comenzó el año pasado: por cada alumno de más, nos dan 15.000 euros para infraestructura”. Según Gallardo, la medida amplió en un 11% las plazas de Medicina en la Universidad de Sevilla.
Romano destaca la relevancia de la titulación, refiriéndose a la inestabilidad de las políticas arancelarias de la era Trump: “Necesitamos profesionales que sepan gestionar grandes cadenas de ventas y suministros”. Y agrega con cierto orgullo: “Si a esto le sumas la capacidad de interpretar datos no procesados, tienes una titulación muy potente”.
En el caso de la carrera de Ciencia de Datos, la empleabilidad a los dos años es del 70%, mientras que un 5% sigue formándose. Un aspecto que también subraya Romano es la paridad de género. La proporción entre hombres y mujeres estudiando el doble grado en la Universidad Politécnica de Valencia es prácticamente equilibrada.
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Source: elpais.com