La Administración de Trump prohíbe a Harvard la admisión de estudiantes extranjeros

La noticia la avanzó The New York Times, y luego la confirmó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS son sus siglas en inglés). Su secretaria, Kristi Noem, envió una carta, que compartió en X, en la que advierte a las autoridades académicas de la revocación, “con efecto inmediato”, del Programa de Intercambio de Estudiantes de la Universidad de Harvard. “Esto significa que Harvard ya no puede inscribir a alumnos extranjeros y que los que estén ahora cursando sus estudios deberán cambiar de centro o perderán su estatus legal”, aclaró después un comunicado de prensa del DHS.

Harvard, que ha plantado cara en los últimos meses a los ataques de Trump, reaccionó este jueves a la revocación anunciada por su Administración definiendo como “ilegal” la “represalia”. “Estamos plenamente comprometidos con mantener la capacidad de Harvard de acoger a nuestros estudiantes y académicos internacionales, que provienen de más de 140 países y enriquecen a la universidad —y a esta nación— enormemente”, dijo un portavoz en otro comunicado.

Es de esperar que sus autoridades impugnen la medida en los tribunales. La universidad ya lo hizo el mes pasado para oponerse a los intentos del Gobierno de cercenar su libertad académica.

Hace una semana, la Casa Blanca anunció que recortará 450 millones de dólares (unos 400 millones de euros) de subvenciones a Harvard provenientes de ocho agencias federales. La decisión llegó casi un mes después de la congelación de otros 2.200 millones de dólares de fondos adoptada por el Gobierno estadounidense.

Trump acompañó el recorte de los 2.200 millones anunciado el pasado 15 de abril con la amenaza de suspender la exención de impuestos en vista de que la institución ha venido rechazando, a diferencia de Columbia, las demandas de su Administración para combatir un supuesto antisemitismo en el campus. “¡Recuerden: el estatus libre de impuestos depende totalmente de que se actúe para el interés público!”, escribió el presidente estadounidense en un mensaje en Truth, su red social.

Además de a esos ataques a la financiación, Harvard se enfrenta a otras cruzadas de la Administración de Trump, que acusa a la universidad de posibles violaciones de los derechos civiles en su manejo de las protestas propalestinas y de presunta discriminación por parte de la prestigiosa revista Harvard Law Review. Según esa acusación, la publicación estudiantil escoge sus autores y sus contenidos atendiendo a motivaciones woke, auténtica obsesión del trumpismo.

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