Mucha discreción en el recinto, pero a la directora del torneo, Amélie Mauresmo, se le escapa la sonrisilla cuando se le plantea si estará presente el suizo y se reunirán así los tres gigantes otra vez. Federer se retiró en 2022 y Novak Djokovic suspira y añora esos otros tiempos de fuego, sin tregua ni cuartel. . Pero hasta para él pasan los años, 38 ya. Más y más batallas con Nadal, hasta 60. Y rememora el balear los episodios parisinos en Le Magazine: las semifinales de 2007, 2008 y 2013, las finales de 2012 y 2014, pero también lo crudo, aquellos cuartos de 2015: “Por primera vez salté a la arena sabiendo que iba a ser prácticamente imposible”.
Bien lo sabe Alcaraz, el polluelo que salía corriendo del colegio para ver por la tarde los partidos de Roland Garros, al tipo de brazos hercúleos que imprimía esa curva inverosímil a la pelota. Las bombas, los latigazos con marca registrada. Empezaba Nadal a ganar —2005, fecha del primer mordisco— cuando poquito antes, 2003, nacía el murciano, su heredero. “Recuerdo que cuando tenía 11 años jugué por primera vez aquí”, rebobina el de El Palmar, “y al primer jugador que vi fue a Gasquet. Recuerdo que me dije a mí mismo: algún día jugaré aquí”. Resulta que ahora es él, “el siguiente rey de la tierra”, descripción del torneo, quien marca el paso en la superficie.
Déjà vu en París: del todos contra Nadal al todos contra Alcaraz. Hoy por hoy, el número dos es la referencia en un terreno que genera cada vez mayor desapego entre los tenistas. Los hay especialistas, pero mucha tibieza en general. Ni hablar de los Borg, Vilas, Muster o Kuerten. Luego, como un rayo, cayó él, dominador. Abrumador. Nadal, una escuela inspiradora. “Ya no es solo el juego, sino lo que transmitía”, explica Paula Badosa. “El carisma que tenía, todos esos valores. Es algo muy difícil de encontrar y quizá no lo valorábamos como debíamos. Ahora que no está, se nota muchísimo”, prorroga la catalana, mientras el inicio de la competición queda difuminado por el acto de hoy.
Nadal y su inmensidad. El qué y el cómo, que no el cuándo. ¿Empieza este domingo Roland Garros? No lo parece, pocos lo dirían. El rey vuelve a casa con 38 años y París se prepara. Luz, color e historia. De 2005 a 2025. Tocar la fibra sensible: el merecido aplauso al gran héroe terrícola.
Este domingo, el programa de la sesión diurna de la central refleja tres partidos, en este orden: Sabalenka-Rakhimova, Zheng-Pavlyuchenkova y Musetti-Hanfmann. Tras ellos —se estima que entre las 18.00 y las 19.00, pero sin hora fija— tendrá lugar el homenaje al deportista mallorquín.
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Source: elpais.com