El presidente hizo ese anuncio al tiempo que está a punto de autorizar la venta de la centenaria empresa al grupo japonés Nippon Steel. El presidente lo presenta como una “alianza”, pero los detalles de la operación no han trascendido. Pese a la transacción, Trump le dijo a los trabajadores: “Vuestra empresa seguirá siendo estadounidense”. Cargos republicanos han indicado que Trump establecerá una acción de oro para que Estados Unidos mantenga el control, pero no se sabe qué poderes concederá. Trump dijo en campaña que no permitiría la venta de la compañía a Nippon Steel.
El regalo de bienvenida de Trump a Nippon Steel es esa subida de aranceles. “Creo que este grupo de personas que acaba de realizar estas inversiones ahora mismo está muy contento, porque eso significa que nadie podrá robarles su industria”, indicó Trump. “Está al 25%, pueden sortear esa barrera, pero al 50% ya no podrán hacerlo”, aseguró, en un nuevo órdago proteccionista recibido entre ovaciones de los trabajadores.
Trump impuso aranceles del 25% a la importación de acero y aluminio que entraron en vigor en marzo, de modo que la medida anunciada supone duplicarlos. La Comisión Europa ha lamentado este sábado “profundamente” la nueva andanada del republicano. “Esta decisión añade más incertidumbre a la economía mundial y aumenta los costes para los consumidores y las empresas a ambos lados del Atlántico”, afirma la Comisión, que cree también que “socava los esfuerzos en curso para alcanzar una solución negociada”. También avisa de que “la UE está preparada a imponer contramedidas, incluso en respuesta a la última subida arancelaria estadounidense”. Las que tenía previstas las suspendió para “crear un espacio” para el diálogo, pero la Comisión “está finalizando” las consultas sobre la ampliación de las contramedidas. “Si no se alcanza una solución mutuamente aceptable, tanto las medidas existentes como las adicionales de la UE entrarán automáticamente en vigor el 14 de julio, o antes si las circunstancias lo exigen”, advierte.
Una subida de los aranceles como la anunciada ahora elevará más los precios, previsiblemente. En el caso del acero, el sector de la construcción puede verse especialmente perjudicado. Los aranceles benefician a sectores menos competitivos, pero perjudican a quienes consumen sus productos. En conjunto, lastran la productividad y el crecimiento.
La sentencia que declaró ilegales los mal llamados “aranceles recíprocos″ y los impuestos a China, México y Canadá con el pretexto del fentanilo y la inmigración no entró a analizar los impuestos del 25% a la importación de acero, aluminio, vehículos y componentes, dictadas en virtud de otras disposiciones. Los del acero fueron impuestos apelando a razones de “seguridad nacional”.
Los empleados se volcaron con Trump en su intervención en la planta Mon Valley Works–Irvin de U.S. Steel en West Mifflin (Pensilvania), cerca de Pittsburgh. El presidente visitó las instalaciones, declinó ponerse el preceptivo casco de protección y luego subió al escenario, donde le acompañaron por momentos algunos de los trabajadores.
Las grandes bovinas de acero de la planta se convirtieron en parte de la escenografía, junto a carteles en los que se leía “La Edad de Oro”, en referencia al auge económico que, según él, provocarán sus políticas, que por ahora han frenado la economía, También había grandes pancartas con los lemas “Acero estadounidense” y “Empleos estadounidenses”.
El sindicato United Steelworkers ha rechazado de forma sistemática la venta de la emblemática compañía estadounidense al grupo japonés. “Permitir la venta de U.S. Steel a Nippon, una empresa que ha infringido repetidamente las normas comerciales, será un desastre para los trabajadores siderúrgicos estadounidenses, nuestra seguridad nacional y el futuro de la industria manufacturera estadounidense”, indicó en un comunicado tras conocerse los planes de Trump de autorizar la operación.
En otro comunicado de esta semana, el sindicato señalaba que el anuncio de Trump dejaba más preguntas que respuestas y desconfiaba de que el grupo siguiera siendo de propiedad estadounidense. “Nippon ha mantenido constantemente que solo invertiría en las instalaciones de U.S. Steel si fuera propietaria absoluta de la empresa. No hemos visto nada en las noticias de los últimos días que sugiera que Nippon haya cambiado de postura”, indicó.
El presidente pretende comprar su apoyo con los aranceles. “Va a llegar mucho dinero”, le dijo a los trabajadores. Trump aseguró que los trabajadores siderúrgicos de Estados Unidos recibirían pronto una bonificación de 5.000 dólares.
El senador por Pensilvania David McCormick señaló el martes que la fórmula para la venta a la compañía a Nippon Steel pasa por una acción de oro. “La estructura de control va a ser algo único”, afirmó McCormick en una entrevista en la CNBC. “Habrá un consejero delegado estadounidense, un consejo de administración mayoritariamente estadounidense y, además, una acción de oro, que básicamente requerirá la aprobación por parte del Gobierno estadounidense de varios miembros del consejo, lo que permitirá a Estados Unidos garantizar que no se reduzcan los niveles de producción y cosas por el estilo», explicó.
“Una industria siderúrgica fuerte no es solo una cuestión de dignidad, prosperidad u orgullo. Es, ante todo, una cuestión de seguridad nacional”, dijo Trump este viernes en la planta de U. S. Steeel. La seguridad nacional fue precisamente el argumento aducido por su antecesor, Joe Biden, para vetar la venta de la empresa estadounidense a Nippon Steel. Trump repitió en campaña una y otra vez que vetaría la operación que —con algunas condiciones— está a punto de autorizar.
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Source: elpais.com