El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este lunes que España ampliará sus aguas marinas protegidas, un proceso que incluirá una nueva reserva al noreste de las islas Baleares para proteger una zona de cría de cachalotes. Actualmente, casi el 21% de las aguas territoriales del país está bajo alguna figura de protección, lo que implica restricciones a determinadas actividades para evitar los impactos en el medio ambiente. Con el anuncio realizado por Sánchez, uno de los 60 líderes que han participado en la conferencia de la ONU sobre los océanos que se celebra en Niza (Francia), se superará el 25% de aguas bajo protección, llegando así al objetivo que se había fijado el actual Gobierno para este 2025.
El anuncio de Sánchez sobre la ampliación de las reservas marinas se concretará en varios frentes. Por un lado, el Gobierno va a declarar cinco nuevas áreas protegidas Red Natura 2000. Se trata de las zonas denominadas Montes submarinos del canal de Mallorca; Montes submarinos y campo de pockmarks del Seco de Palos; Sistemas de Cañones Tributarios de Capbretón; Bancos y Gargantas del Mar de Alborán; y Espacio Marino de la Costa Central Catalana. Estos cinco nuevos espacios estaban ya en tramitación.
Esta última reserva es la más novedosa de todas. En marzo de este año, un grupo de científicos de la organización conservacionista Tursiops, especializada en cetáceos, presentó ante el Ministerio de Transición Ecológica una propuesta para que se protegiera “la única zona de cría constatada en el Mediterráneo occidental” de cachalotes (Physeter macrocephalus), un fascinante y enorme mamífero marino que está amenazado. Esa propuesta, adelantada por EL PAÍS, se basaba en el trabajo de media docena de científicos que han documentado la existencia de esta guardería de cachalotes. Los investigadores han registrado y grabado con drones desde 2019 hasta 35 encuentros en esa zona concreta, y la inmensa mayoría ha sido con grupos sociales, principalmente, hembras con sus crías.
El anuncio de Sánchez se suma a otros que se han realizado en el transcurso de la apertura de la conferencia de la ONU sobre el océano que se celebra durante esta semana en Niza. “Cuando alcanzamos una moratoria mundial sobre la caza comercial de ballenas, las poblaciones de ballenas se recuperaron. Cuando protegemos las áreas marinas, la vida vuelve”, ha resumido este lunes Guterres. “Hoy tenemos la oportunidad de restaurar la abundancia del océano: lo que se perdió en una generación puede renacer en el espacio de otra”, ha añadido el secretario general de la ONU.
Guterres ha lamentado que la humanidad esté “saqueando” el océano. Y ha lanzado una advertencia que parecía dirigida a la Administración de Donald Trump, aunque sin citar a este mandatario, que no ha asistido a la cumbre y no que ha enviado a esta cita a una delegación de alto nivel. “Los fondos marinos no pueden convertirse en un salvaje Oeste”, ha dicho Guterres. El presidente estadounidense firmó en abril una orden ejecutiva para impulsar la minería en los fondos marinos, también en la alta mar.
Proteger medioambientalmente la alta mar, es decir, las zonas del océano que no pertenecen a ningún Estado, es una de las asignaturas pendientes de la diplomacia internacional. En 2023, los países acordaron un tratado de protección de la alta mar, pero dos años después todavía no ha entrado en vigor. La cumbre de Niza se había fijado como el momento en el que debería ocurrir, pero hasta ahora no se ha logrado reunir las 60 ratificaciones que se requieren para que entre en vigor. Este lunes, en el inicio de la cumbre, eran 31 los países que habían presentado ya sus instrumentos de ratificación.
“Insto a todas las delegaciones a que ratifiquen este acuerdo y acojo con beneplácito el impulso dado por la conferencia para promover su pronta entrada en vigor”, ha dicho Guterres. En la misma línea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también ha pedido a los países que se sumen.
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Source: elpais.com