Repasamos con gráficos algunas de las claves que harán inolvidable la final de ayer.
El partido fue una guerra con múltiples batallas que caían de un lado y otro. Durante gran parte el ganador probable parecía evidente: Sinner. Eso decían los pronosticadores de Polymarket, una plataforma donde miles de usuarios hacen predicciones en tiempo real.
Se puede ver en el gráfico. A las 19:12, el italiano restaba con tres bolas de partido a su favor. En ese momento su probabilidad de victoria alcanzó el 99%. Alcaraz estaba contra las cuerdas, con apenas una opción entre cien.
Pero Alcaraz regresó. El murciano salvó ese juego y consiguió un break en el siguiente. Pasó del 1% al 50% de opciones cuando forzó el quinto set. Llegó a ponerse 5-3, con un 80% de opciones en ese momento. Pero entonces hubo otro giro de guion: Sinner reaccionó, se puso por delante y tuvo el partido de su lado. Al final hubo que ir al tie-break. Según los pronosticadores, Alcaraz y Sinner lo empezaron al 50% de opciones —anulando cinco horas de esfuerzo mayúsculo—, pero el español sacó ventaja rápido y acabó ganador.
Los 329 minutos de la final Alcaraz-Sinner pulverizan el récord anterior, según TennisAbstract. Superan en 47 minutos la final más larga de Roland Garros en la era Open: los 282 minutos que necesitó el sueco Mats Wilander para vencer al argentino Guillermo Vilas en 1982.
El récord casi duplica la duración media de las finales parisinas, que en la era Open ronda las tres horas. Y quintuplica las más breves —de 1970, 1973 y 1975— que apenas llegaron a hora y media.
La del domingo fue también la final con más juegos disputados: 59 rondas si contamos los tres tie-breaks. Son ocho juegos más que Ivan Lendl y John McEnroe en 1984, y diez más que Novak Djokovic y Stefanos Tsitsipas en 2021.
Fueron además juegos largos. Se superaron probablemente los 2.000 golpes. A falta de los datos definitivos, es probablemente la final con más intercambios de la historia del torneo.
Alcaraz conquistó su primer Grand Slam en Nueva York 2022, pero es desde 2024 cuando la nueva generación se consolida definitivamente. Entre Alcaraz y Sinner ya encadenan seis Grand Slams consecutivos. La vieja guardia ha cedido el testigo: Federer y Nadal están retirados, y Djokovic no gana un grande desde 2023.
Es un cambio histórico. Desde 2004 hasta 2023, el ‘Big Three’ ganó 65 de los 79 Grand Slams disputados —un dominio del 82%—. Ahora, esa hegemonía ha terminado.
Para Sinner y Alcaraz, el primer paso es amenazar a estrellas como Pete Sampras (14 grandes), Roy Emerson (12) o Björn Borg (11).
Source: elpais.com