Trump describe las protestas de Los Ángeles como una “invasión extranjera” para justificar el envío de tropas

» ¿Habéis oído hablar de que he desplegado miles de efectivos de la Guardia Nacional y cientos de marines para proteger a las fuerzas del orden federales de los ataques de una turba violenta y despiadada y de algunos radicales de izquierda?“, preguntó Trump a los soldados.

Según Trump, la ciudad entera de Los Ángeles estaría ardiendo y reducida a sus cenizas si él no hubiera enviado a las tropas, pese a que las protestas han sido en su gran mayoría pacíficas, los incidentes violentos aislados y los guardias nacionales enviados apenas han tenido ningún papel. El gobernador de California, Gavin Newsom, sostiene que la movilización militar ha sido como echar gasolina al fuego.

Señaló también sin fundamento alguno que quienes participan en las protestas están a sueldo: “Estos tipos son profesionales. No son aficionados”, afirmó.

“Los agitadores están lanzando bombas incendiarias, cócteles Molotov, incendiando vehículos”, continuó, poniendo el acento en cada uno de los incidentes violentos que se han producido.

El presidente allanando su camino hacia la Casa Blanca. “Muchas de esas personas fueron traídas aquí por la administración Biden. Los trajeron aquí. Venían de prisiones. Venían de cárceles de todo el mundo. Venían de instituciones mentales. Eran líderes de pandillas. Eran capos de la droga. Se les permitió entrar en nuestro país. Sus países los echaron. Sus países los llevaron en autobús o en coche hasta nuestra frontera y les dijeron: ‘Entra y si vuelves, te mataremos”, dijo, repitiendo casi palabra por palabra la narrativa creada para sus mítines de campaña.

El presidente no solo descalificó a su predecesor, Joe Biden; al gobernador de California, Gavin Newsom, y a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, a los que calificó de incompetentes, sino que atacó a la propia ciudad: “Los Ángeles ha pasado de ser una de las ciudades más limpias, seguras y bonitas del mundo a convertirse en un vertedero con barrios enteros bajo el control de bandas transnacionales y redes criminales. En pocas palabras, liberaremos Los Ángeles y la volveremos a convertir en una ciudad libre, limpia y segura”, proclamó con su habitual demagogia populista.

Su tesis es que la “inmigración incontrolada conduce al caos, la disfunción y el desorden” y que eso “está sucediendo también en muchos países de Europa”, según afirmó, asumiendo las tesis de la ultraderecha.

Trump también aprovechó su discurso para anunciar que recuperará los nombres de las bases militares que habían sido renombradas en 2023 para eliminar los nombres que honraban a los líderes confederados. Su Gobierno ya lo ha hecho con Fort Benning y Fort Bragg, con la argucia de encontrar soldados condecorados que compartían los apellidos con los oficiales confederados que habían dado nombre originalmente a las bases.

Ahora, Trump parece seguir adelante sin complejos. “Como pequeña noticia de última hora, también vamos a restaurar los nombres de Fort Pickett, Fort Hood, Fort Gordon, Fort Rucker, Fort Polk, Fort A.P. Hill y Fort Robert E. Lee. Hemos ganado muchas batallas en esos fuertes. No es momento de cambiar. Y soy supersticioso. Me gusta mantener las cosas como están”, dijo.

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