Su objetivo es abandonar el país lo antes posible, sin embargo, las opciones “ahora mismo no existen”, puntualiza a este periódico a través de un mensaje de correo electrónico, la forma más fiable de comunicarse con él. “Salir por carretera es peligroso [unos 1.300 kilómetros vía Turquía] y no hay vuelos”, asegura. La posibilidad de hacerlo en barco hasta Doha o Dubái también se encuentra descartada. “Estoy en contacto constantemente con la embajada y esperando sus instrucciones. Haré lo que me digan ellos. De momento, hay que estar tranquilo”, afirma. Mientras, su gran temor es perder la conexión de Internet y no hablar con la familia.
Alarmado, ha emitido un SOS a sus personas cercanas del balonmano en España para tratar de que su situación se difunda y pueda escapar de Irán lo antes posible. “Se ha puesto en contacto conmigo Paco Blázquez [presidente de la federación] y me consta que está haciendo todo lo que pueden”, agradece. Entre otras gestiones, ha contactado con el Consejo Superior de Deportes. De la federación iraní, añade, tampoco tiene queja. “Me está cuidando y ayudando en todo, su comportamiento es ejemplar. Ayer [domingo por la noche] me alojó en el hotel porque era más seguro para mí y me iban a cuidar bien. No me falta de nada”, dice en otro punto del intercambio de mail con este periódico, en respuesta a las preguntas realizadas.
Desde el inicio de la ofensiva de Israel del pasado viernes, la República Islámica está respondiendo con contraataques diarios. Una escalada de amenazas y misiles que alejan la posibilidad de un enfriamiento del conflicto a corto plazo.
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Source: elpais.com