Ana Redondo, ministra de Igualdad: “Con Vox en el Gobierno no habría Orgullo”

La ministra de Igualdad viene de unos días ajetreados. Estuvo en la conmemoración del 20 aniversario de la ley de matrimonio igualitario, estuvo en Valladolid, en el Orgullo de su ciudad, acaba de visitar Sevilla, por la cumbre de la ONU. Además, iba a visitar Hungría, el viernes intervenía en la conferencia de derechos humanos asociada al Orgullo de Budapest, pero no pudo acudir, ya que cancelaron su vuelo: “Nos hubiera gustado estar. Sentimos muchísima pena por no haber sido partícipes de ese momento”, afirma Ana Redondo (Valladolid, 58 años) desde una sala del ministerio de Igualdad, al lado de la Gran Vía.

Pregunta. Estamos viendo que el Gobierno plantea avances en legislación LGTBIQ+, mientras que en algunas autonomías, como Valencia o Madrid, hay intentos de retroceso, ¿por qué esa disonancia?

Respuesta. La batalla cultural se está librando ahora mismo en el campo del feminismo y la diversidad. Está en el núcleo de la regresión defendida por las fuerzas ultras y también algunas conservadoras. Ahí nos jugamos el futuro, la democracia. Hay que avanzar en legislación, de manera institucional, y también presupuestaria. Así se ponen barreras ante los reaccionarios.

P. ¿Qué rédito se obtiene al apuntar contra los derechos LGTBIQ+?

P. ¿Qué ha pasado con la campaña por el 20º aniversario del matrimonio igualitario del Ministerio en redes?

R. Nos ha censurado TikTok. Hemos preparado una campaña muy bella y de reconocimiento de un momento histórico de España. Y sorprende que TikTok nos haya vetado. La razón es que lo consideran “contenido político”. Pero no publicarlo es mucho más político. Hemos puesto un recurso, pero nada. Solo nos ha pasado en TikTok, que justamente llega a una amplia masa de gente joven.

P. ¿Cree que se pueden perder derechos LGTBIQ+?

R. Tras el retroceso con respecto al aborto en Estados Unidos, estamos viendo que no hay derechos que no puedan dar marcha atrás. Con su discurso simple e incendiario, hay riesgo de que los líderes salvapatrias ganen más terreno. La gran pregunta que nos tenemos que hacer como sociedad es si la democracia va a aguantar, porque la democracia son los derechos. Las personas LGTBI+ son el canario en la mina con respecto al retroceso en derechos, especialmente las personas trans.

P. Un sector del feminismo se ha distanciado de la corriente mayoritaria justamente por el reconocimiento de las mujeres trans.

P. ¿Qué le pasa al PSOE con la Q (de queer, cuando pasaron de defender los derechos LGTBIQ+ a solo los LGTBI)?

P. ¿Qué papel juega el Partido Popular en esto?

R. Puede ser. A ambas formaciones nos preocupan los derechos LGTBI+. En cualquier caso, esa competencia puede alejarnos de la defensa de lo común, de los derechos conseguidos.

P. ¿Qué relación tiene con Irene Montero y con Carmen Calvo, sus predecesoras en el cargo?

P. ¿Qué le parece el escándalo de prostitución que ha saltado en el seno de su partido?

R. Es una situación que estoy viviendo con muchísima tristeza. También me anima a intentar poner barreras a esta sinvergonzonería. No hay palabras. La respuesta tiene que ser contundente y yo voy a hacer de la necesidad virtud: voy a intentar llevar nuevamente al Congreso la abolición de la prostitución para que la gente se retrate. Hay una reclamación ciudadana para poner freno a estas actitudes absolutamente machistas, que no tienen cabida en una sociedad democrática ni en un partido feminista como el PSOE. Además, internamente, necesitamos ser mucho más contundentes.

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