La supremacía y la hegemonía a la que apunta a instaurar la máquina de presionar, robar y atacar que es el Paris Saint Germain bajo la dirección de Luis Enrique pasará esta tarde en el Mercedes Benz Stadium de Atlanta (18.00, Dazn) la siempre incómoda competitividad del Bayern. La eliminatoria es la cabeza de cartel de los cuartos de final del Mundial de Clubes. En liza estarán dos superpotencias del fútbol europeo que tienen la cuenta pendiente de la final de 2020 celebrada en Lisboa. Ganó el Bayern con un gol de Kinsley Coman, el extremo francés formado en la cantera del mismo PSG. Pese a las calurosas fechas en las que se disputó, aquella fue la final más fría de la Copa de Europa que se recuerda. La pandemia aún restringía la presencia de público en las gradas. Se impuso a Tüchel el atrevimiento de Flick para tirar la línea defensiva al centro del campo pese a que delante estaban Mbappé y Neymar.
“Los conocemos bien. Sabemos su perfil y lo que busca. Es un equipo parecido al nuestro: cómodo con balón y recuperador cuando no lo tiene. El partido va a ser más abierto y divertido. Es una prueba atractiva. Somos conscientes del nivel del Bayern”, vaticinó Luis Enrique.
En el PSG no quieren pensar en el morbo de un posible enfrentamiento en semifinales contra el Real Madrid y Kylian Mbappé. “Nuestro plan es acabar la competición de la mejor manera. Primero vamos a ganar el partido de cuartos y después ya hablaremos”, espetó Nasser Al-Khelaifi, que se presentó en el entrenamiento para pasar revista.
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Source: elpais.com