Las diversas formas de violencia no constituyen fenómenos aislados. Muchas veces están conectadas entre sí y forman parte de un mismo proceso. Un niño puede ser víctima de varias a la vez.
Ese es el caso que relata Lucía López, una educadora de Save The Children en Alicante. El año pasado, una niña de 12 años se acercó a ella, con mucha vergüenza y timidez, para decirle que había recibido mensajes amenazantes: “O compartía un vídeo de carácter sexual o, si no, iban a pasar fotos de ella desnuda”, explica Lucía en un video compartido por la organización. “En todo momento ella creyó que la culpa era de ella, no había compartido fotos, pero no estaba segura sobre qué fotos estaban hablando”, agrega.
Al ser un caso de . Tras ello, también hablaron con sus compañeros. “Es lo que viven en el día a día”, dice Lucía, “por lo que empatizaron con ella”. Muchos aseguraron que habían recibido mensajes parecidos.
El grooming es una de las principales formas de captación de los niños. Se basa en la manipulación, engaño o coacción para obtener materiales digitales de contenido sexual, generar encuentros sexuales o involucrar al menor en redes de explotación. En 2023, el Ministerio del Interior registró 525 denuncias por hechos relacionados con esto ―un incremento respecto a las 408 denuncias registradas el año anterior―.
Por otro lado, el 65% no percibía como amenaza el envío o reenvío de imágenes sin el consentimiento de la persona.
Lo mismo sucede con las imágenes creadas por la inteligencia artificial, un problema que cada vez se hace más grande: uno de cada cinco jóvenes afirma conocer a alguien que haya enviado este tipo de material para mostrar desnudos, siendo menor de edad y sin consentimiento. Sin embargo, siete de cada 10 no ven la amenaza en la manipulación de fotos o vídeos mediante IA.
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Source: elpais.com