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R. H.
Martes, 6 de mayo 2025, 16:26
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En otro escenario totalmente distinto, David Callejo, anestesista pediátrico en el Hospital Gregorio Marañón. Su labor, silenciosa y meticulosa, tiene el poder de cambiar una vida. «El uniforme transmite seguridad tanto al paciente como al profesional. Para mí, vestirme para operar es un momento de introspección. Me ayuda a centrarme en lo que realmente importa: el bienestar del niño que espera en la camilla», relata Callejo. Su bata y pijama quirúrgico, tratados con materiales antibacterianos y diseñados para la comodidad en largas horas de trabajo, se convierten así en una especie de escudo emocional y técnico.
En el sector de la construcción, Laura Baquero, arquitecta y fundadora de Ella Construye, representa una nueva generación de mujeres que desafían estereotipos con casco y chaleco reflectante. Su historia es la de quien transforma el espacio urbano con mirada inclusiva y mirada técnica. «Cuando me pongo el uniforme me siento parte de un colectivo que crea lugares para vivir. Pero también sé que, como mujer en obra, necesito un uniforme que se adapte a mi cuerpo, me proteja y me represente», asegura. Su atuendo de alta visibilidad no solo garantiza seguridad, también simboliza visibilidad en un sector históricamente masculino.
Y en un plano más urbano, están Lidia Pérez Cabello y Leonor Moreno Cabello, conocidas como Reinas de la Obra en redes sociales. Estas primas han conquistado TikTok con sus vídeos de reformas, electricidad y bricolaje. Su uniforme técnico no es solo práctico: también es un símbolo de orgullo y estilo. «Cada vez que nos lo ponemos, nos transformamos. Nos hace sentir fuertes, profesionales y guapas. Nos da confianza para enseñar lo que sabemos hacer y, además, para mostrarlo con naturalidad y humor», cuentan. Los pantalones blancos de Velilla que lucen en sus vídeos se han convertido en parte de su identidad visual y de marca personal.
Source: www.hoy.es