Al poco de empezar a recorrer ese camino, cuatro de ellos se alejaron y dejaron a solas con la víctima al individuo que posteriormente acabaría detenido. Y fue ahí cuando el hombre empezó a realizar tocamientos en las zonas íntimas de la mujer pese a que ella le repitió que no quería nada con él. Para intentar evitar a su agresor, y cuando se dio cuenta de que estaba cerca del Hospital Universitario de Burgos, le dijo que necesitaba ir al baño.
Él la acompañó y entraron en la zona de Urgencias y ella aprovechó que había varias personas a su alrededor para hacer . Avisó al equipo de seguridad del hospital y, al poco, varios agentes acudieron al centro para ayudar a la víctima y detener al hombre que la acompañaba, acusado de agresión sexual. Lo pusieron a disposición judicial y el juez decretó su puesta en libertad a espera de juicio.
En violencia machista, en cualquiera de sus formas, pedir ayuda o contar lo que está pasando es, muchas veces, imposible. Y muchas otras muy difícil. Y de esa dificultad nació este gesto hace apenas cinco años pero que ya es conocido en múltiples lugares del mundo.
Yolanda Martín, de la Coordinadora de Mujeres de Valladolid, recuerda que esta señal empezó a utilizarse en Canadá en 2020 por los casos de violencia machista durante la pandemia ―con muchas mujeres recluidas con sus maltratadores y más expuestas a esa violencia sin que nadie pudiese intervenir―, para que pudiera realizarse tanto en los encuentros personales como en posibles videollamadas. El signo lo creó la Fundación de Mujeres Canadienses y al poco lo adaptó la Red Global de Mujeres con el apoyo de organizaciones nacionales e internacionales por su contribución a denunciar las situaciones peligrosas.
“Es importante que las mujeres conozcamos la señal para pedir ayuda y escapar si nos están violentando pero también que la conozcamos toda la ciudadanía para saber interpretarla en caso de ver a alguna mujer utilizarla”, destaca Martín, incidiendo en la concienciación y la discreción “para no empeorar la situación”. “Hay que tener la convicción de que lo que está ocurriendo no se puede permitir y que no se puede dejar de lado como una simple riña de pareja, hay que actuar de inmediato”, incide.
Y el pasado febrero, que estaba dando en Michoacán. En ese caso, la señal no solo sirvió a Villarreal para pedir ayuda, sino para que su público conociera que había denunciado por violencia machista, por la que tuvo que ser hospitalizada, a su expareja, el cantante Cruz Martínez. Y también para expandir y dar a conocer un gesto que puede salvar de la violencia.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico [email protected]
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Source: elpais.com