La distancia sideral que se vio en el campo apunta a mucho por hacer, desde trabajo técnico y táctico en Valdebebas a cambios en la plantilla, pasando por la revisión del compromiso colectivo. “Este partido, y este campeonato, me ha dicho muchas cosas de lo que somos y de lo que tenemos que mejorar”, . “Me voy con una composición de lugar de cara al año que viene, que va a ser diferente. Por los jugadores que vamos a recuperar, por los cambios que va a haber…”.
Aparte de los cuatro goles, el juego descubrió un abismo entre los equipos, con el Real a merced del rival como en pocas ocasiones. En las últimas 12 temporadas, solo hubo cuatro partidos en los que el Madrid sumó menos de los 306 pases que intentó contra el PSG, según los registros de Opta.
Hace solo dos meses, en la Liga, se quedó en 296 ante el Barça de Flick, en el último de los cuatro clásicos que perdió esta temporada. Antes, en enero de 2019 dio 257 pases contra el Betis con Solari en el banquillo. Y en los dos partidos de la semifinal de la Champions de 2014 contra el Bayern de Guardiola: 294 en la ida y 285 en la vuelta. El Madrid ganó los dos partidos (1-0 y 0-4) con Ancelotti en el banquillo y Xabi en el césped, en un centro del campo con Di María y Modric, que se despidió del Madrid contra el PSG.
Ahí reside también el mayor orgullo de Luis Enrique: “Para hacer esto tienes que poner todo en función del equipo, y en eso creo que somos excepcionales”, dijo. “Todos tienen que atacar y todos tienen que defender. Es algo que representa muy bien a nuestro club, al Paris Saint-Germain, la idea de trabajar todos juntos en ataque y en defensa”.
Lo resumió Militão: “Sabíamos que el París iba a presionar, pero creo que faltó un poco más de ganas”. Sigue pendiente esa tarea planteada desde el comienzo y también el futuro de Rodrygo, que solo fue titular el primer partido y en la semifinal no jugó ni un minuto, y el de Endrick, condicionado por la aparición de Gonzalo.
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Source: elpais.com