, a su gusto y al de los invitados, así como al de sus fans, propio de quien pretende generar misterio y llamar la atención para después servir la información por sus propios canales, nada que ver con la burla y menos con las fiestas sabidas y no divulgadas de Ronaldo Nazario, Romario o Ronaldinho ni las celebraciones de Mbappé. La industria del entretenimiento agradece a futbolistas irreverentes que jueguen con el dinero y la fama como Lamine. El delantero internacional quiere trascender en el escenario igual que en el campo como líder de la generación que por las obras del Camp Nou ha nacido en el estadio de Montjuïc.
“Mientras gane, no me pueden decir nada; cuando no gane, sí”, advirtió Lamine antes de la eliminatoria con el Inter. Nadie le replicó después de la derrota porque su actuación fue soberbia en Milán. No es fácil de gobernar, por no decir que es ingobernable, y es tan desacomplejado que a veces duele incluso la manera como responde a Flick. La mano del entrenador ha sido decisiva para armonizar a jugadores tan opuestos y al tiempo amigos como el irreverente Lamine y el políticamente correcto Pau Cubarsí. El paso por la Masia ha tenido mucho que ver en el comportamiento de un delantero que se ha presentado cuando le ha dado la gana como acostumbran los genios por más que forme parte de la cantera del Barça.
El club azulgrana tiene previsto oficializar la renovación del jugador y también el cambio del 19 al 10. El acto será muy diferente a la fiesta de Lamine. Aunque una jornada institucional nada tiene que ver con una fiesta particular, al jugador seguramente le gustaría que la entidad azulgrana presumiera de un futbolista decidido a entrar en la historia de los mejores 10. No estaría mal el visionado de un video con la samba de Ronaldinho, los goles de Rivaldo, las gambetas de Maradona y, por supuesto, las jugadas de Messi para estimular a Lamine.
El delantero se sale cuando se sabe y se siente admirado, con y sin balón, en la cancha, en una casa rural o en un tablado en el que pueda demostrar por qué invitó a su aniversario a Duki, Nicki Nicole, Luck Ra y Bizarrap. El freestyle y el hip-hop se le dan especialmente bien a Lamine como bien saben los que le vieron actuar por sorpresa este verano en un bar de China. El monólogo improvisado cautivó a la audiencia en un momento de asueto que se concedió el futbolista después de uno de los múltiples compromisos comerciales que se suceden desde su firma con el Barcelona.
El sentido del show, su gusto por la transgresión y la capacidad para percibir cuánto sucede a su alrededor, decisivo para saber si debe intervenir o por el contrario se impone el silencio o el anonimato, conceden a Lamine un papel de estrella en el universo futbolístico y mediático, reclamo de jóvenes y mayores, un activo de valor incalculable para el Barça. La afrenta ahora es cómo gestionar un éxito fuera de guion como el de Lamine vestido con el 10 después de triunfar con el 19.
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Source: elpais.com