Alemania y el Reino Unido sellan una alianza de defensa mutua ante la incertidumbre que generan Trump y Putin

Las dudas sobre el compromiso del presidente estadounidense, Donald Trump, con sus aliados y la amenaza de la Rusia de Vladímir Putin aceleran un reordenamiento de las prioridades y las alianzas en Europa. La prioridad es el rearme. Y el juego de alianzas pasa de nuevo por las grandes capitales. Una semana después de que París y Londres estrechasen los lazos militares durante una visita del presidente Emmanuel Macron al Reino Unido, llega el turno de Alemania. El primer ministro británico, Keir Starmer, recibió este jueves al canciller Friedrich Merz para firmar un tratado que obliga a ambos países ―uno, potencia nuclear; el otro, económica y en vías de un rearme masivo― a “ayudarse mutuamente, incluido por medios militares, en caso de ataque armado contra el otro”.

Londres ha encontrado, por la vía de los tratados bilaterales, una manera de rehacer los lazos con el continente después del Este es el sentido del tratado germanobritánico y el de la visita de Estado de Macron, la semana pasada, y los anteriores acuerdos francobritánicos. Se está configurando una geometría europea de alianzas que, sin ser del todo nueva, adquiere peso específico con el Reino Unido fuera de la UE y el contexto actual de inestabilidad, con una Europa entre Putin y Trump. Es el E3, como lo llaman sus propios dirigentes. Un directorio oficioso europeo de los tres Estados europeos occidentales más poderosos económicamente y militarmente: Francia, Reino Unido y Alemania.

Una parte de la rueda de prensa de Starmer y Merz el jueves la ocupó Ucrania, y la disposición de Washington a entregar baterías antiaéreas Patriot siempre que estén financiadas por Europa, iniciativa que el canciller alemán ha descrito esta semana como “importante”. Y ha añadido: “Yo le he asegurado [a Trump] que Alemania se implicará decisivamente. Lo hacemos en nuestro propio interés”. Tanto el canciller como el premier británico han apostado por cultivar una relación, dentro de lo posible, de confianza con el presidente de EE UU para evitar que rompa con Europa. Merz, que en mayo llegó a la cancillería con un margen financiero insólito para la defensa, cree que el compromiso de la OTAN, en su reciente cumbre, para aumentar el gasto hasta el 5% del PIB ha permitido por ahora mantener a Trump junto a los europeos.

En los dos meses que lleva en el cargo, El viaje a Londres y el tratado, aunque negociado por el equipo de su antecesor, el socialdemócrata Olaf Scholz, son un paso más en este esfuerzo. La semana próxima recibe a Macron en Berlín.

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