Ricky Rubio vuelve al baloncesto y al Joventut después de un año sin jugar

Ricky Rubio cierra el círculo. De la Penya al mundo y vuelta a Badalona, Joventut al cuadrado. Allí donde empezó todo acabará la historia, tan dorada y con grises, como a él le costó pero ahora le gusta entender. El gran talento del baloncesto español -amén de los hermanos Gasol-, el base que debutó y rompió el registro de la ACB con 14 años, 11 meses y 24 días, entonces ante el Granada, ha decidido volver a enfundarse la camiseta verdinegra, ahora con 34 años. Ricky vuelve al baloncesto y jugará en casa. “El Joventut Badalona y Ricky Rubio han llegado a un acuerdo para la próxima temporada, y el base catalán defenderá los colores de la Penya hasta el 30 de junio de 2026. Ricky y el Joventut vuelven a unir sus caminos 16 años después”, destacó la nota oficial del club verdinegro.

De Ricky se sabían cosas por su infatigable trabajo con la Fundación –tan pronto crea una marca de moda (41/2002 para dar visibilidad a la Ley del Derecho al Paciente y conseguir que los enfermos de cáncer de pulmón estén informados) como da una charla para la Generación Z contra el tabaco-, pero no por sus palabras ni actos, reacio a mostrarse en público después de una vida entera en el escaparate. Aunque sí que apareció recientemente en el programa televisivo Lo de Évole para reflexionar sobre su vida (pasado y presente, pero no futuro), apenas un tiempo después de que se expresara en las redes sociales con un mensaje tan sentido como enigmático. “Muy suyo”, reconocían desde su entorno. “Me tomé este año para reflexionar sobre mi carrera y mi vida, y me di cuenta de que si he llegado a donde estoy hoy no es por las asistencias que he dado, sino por las que he recibido. Esto no es un adiós, es un agradecimiento a todos los que me han ayudado en el camino”, resolvió Rubio. Aunque ahora, en un nuevo giro del guion, se sabe que Ricky volverá a repartir asistencias.

😃 Ricky Rubio torna a somriure

💚🖤 16 anys després, la llegenda verd-i-negra vestirà de nou la samarreta de la Penya i signa per una temporada

📝 El comunicat: https://t.co/dSkBCBpGSm

Benvingut de nou a casa, @rickyrubio9! 🫶#CityOfBadalona pic.twitter.com/zRw4WvZVP8

Se bajó del barco en la concentración del Mundial de 2023 y en enero de 2024 anunció que cerraba definitivamente su ciclo en la NBA tras jugar en Minnesota, Utah, Phoenix y Cleveland (712 partidos en 12 temporadas y 5.150 asistencias). “Mi mente se fue a un lugar oscuro”, contaría después el base catalán, que en Lo de Évole se explayó: “Un pensamiento muy difícil y no quiero magnificarlo, pero una de las noches en el hotel pensé: yo no quiero seguir con la vida. Me sentí así por un segundo”. Y amplió: “Vivía desde el sufrimiento. Pensaba que en algún momento me iban a quitar los poderes. Te conviertes en un robot ante tanta rutina. Incluso cuando mi mujer da a luz en Phoenix, tenía una camilla en la habitación del hospital para continuar mis tratamientos. Y luego dejo a mi mujer con mi hijo recién nacido, con dos días de vida, porque tengo que jugar al baloncesto. Mirando hacia atrás digo: vaya salvajada”.

Pero había más, pues falleció su madre Tona, la que le llevaba la agenda y la que era su punto de apoyo, palanca indispensable para mover el mundo Rubio. Meses negros. También roturas de rodilla (2012 y 2021), y un regusto agrio con la NBA. “Han convertido la NBA en un negocio, han dejado el amor del baloncesto. En la Euroliga ya pasa también, están llevando la Final Four a Abu Dabi. Se hace por dinero”, señaló Ricky. Por todo eso la dejó y hasta le cogió manía a la pelota, en ocasiones también a su vida. Debía resetearse y en el Barça, aunque tenía amigos, como el técnico Grimau o el segundo Sada, también el responsable del baloncesto Juan Carlos Navarro, la cosa no cuajó. Otro parón.

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