La entrega de Daniel Arcuri, de 11 años, este martes a su padre incluía un elemento imposible de obviar: la preservación de sus derechos, que incluyen la intimidad, la ayuda profesional y el sosiego necesario y, también, oír su opinión, que ha de ser libre. Daniel se enfrentaba a un hecho rompedor: pasar de vivir con su madre a hacerlo con su padre en un país distinto. Un padre que tiene un juicio pendiente el próximo 18 de septiembre por maltrato a sus propios hijos en Italia, y también una resolución judicial que obliga a la madre a entregar al hijo menor para que se lo lleve a vivir con él a Italia. Muchas cosas no fueron el martes, pero los derechos vulnerados son percibidos de modo distinto, según lo valore una u otra parte.
El primer detalle que se obvió en este caso, porque probablemente la titular del juzgado de Primera Instancia 3 de Granada no cayó en la cuenta de que esto necesitaba un formato distinto al habitual, es que hacer público el día, lugar y hora de la entrega iba a convertir el acto en un espectáculo. Tampoco las partes, que sabían lo que iba a ocurrir, hicieron nada por evitarlo. Este diario les ha preguntado y la realidad es que nadie intentó negociar un modo de entrega alternativa y más íntimo que, de haberse alcanzado un acuerdo, seguro habría sido aceptado por la jueza.
Decenas de periodistas acompañaron al séquito de Juana Rivas y sus hijos durante el recorrido de 60 metros que hubo entre que aparecieron y llegaron al Punto de Encuentro Familiar (PEF) donde estaban citados.
Además, su actuación se basa en “el respeto, la promoción y la defensa del interés superior de la persona menor de edad, así como velar por su seguridad y bienestar, siendo prioritaria su protección en caso de conflicto con otros intereses contrapuestos”. Según ese decreto, “la persona menor de edad deberá acudir acompañada por la persona progenitora custodia o persona debidamente autorizada y que será entregada a la persona progenitora”. Y finalmente, la intervención de los especialistas concluirá con “la negativa reiterada de las personas menores de edad a la realización de la visita o la entrega … que haga aconsejable otro tipo de actuación especializada ajena al ámbito de actuación de los PEF”.
Finalmente, tras una reunión entre las partes y con las sugerencias de los técnicos presentes en el primer acto de la entrega, la jueza decidirá cómo se hará el viernes: todo indica que será en un lugar donde no haya personal ajeno a cierta distancia —probablemente la comandancia de la Guardia Civil o similar, que es un recinto amurallado y con distancia entre la entrada en vehículo y el edificio— y donde se limite el número de presentes al mínimo. Y, seguro, se le dará la publicidad estrictamente necesaria.
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Source: elpais.com