La revolución futbolística de España, a las puertas de la triple corona

España está a un solo paso de culminar un ciclo casi perfecto que comenzó en 2023 con la conquista del Mundial y continuó con el triunfo en la Nations League al año siguiente. Si la selección derrota este próximo domingo (18.00, La1) a Inglaterra en el St. Jakob-Park de Basilea en la final de la Eurocopa, la primera de su historia, completará una triple corona inédita hasta ahora en el mundo del fútbol jugado por mujeres. La Roja ha pasado en una década de jugar su primera Copa del Mundo, la de Canadá 2015, a ser un referente en todo el planeta. El equipo, que hasta hace tres años no había ganado aún una eliminatoria en un gran torneo, ha provocado una revolución futbolística y social con su talento en el campo y su lucha fuera de él para obtener unas condiciones profesionales que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) le negó durante décadas. “Ahora, para mí, es una gozada estar aquí”, resumía al inicio de la Euro Patri Guijarro, una futbolista que renunció a vestir la camiseta nacional durante casi dos años por la situación que soportaba el vestuario.

La sacudida fue tan gorda que la crisis tardó en amainar. A principios de septiembre de 2023, unos días después del Mundial, Montse Tomé, la que había sido mano derecha de Vilda, se hizo cargo del vestuario y fue poco a poco consiguiendo resultados. Con la técnica asturiana, el equipo conquistó en febrero de 2024 la Nations League con unas semifinales brillantes en las que se deshizo de Países Bajos y una final en la que tumbó a Francia con una superioridad abrumadora. En verano llegó el patinazo en los Juegos Olímpicos de París, en los que la derrota ante Alemania les privó del bronce.

España ha llegado a la final de la Eurocopa siendo la selección que mejor fútbol ha desplegado, por mucho que sufriera en las semifinales ante la octocampeona Alemania, a la que derrotó con un gol de Aitana en el minuto 113 tras dos grandes paradas de Cata para forzar la prórroga. El estilo de juego de la Roja, que bebe del Barcelona, ha conseguido enganchar a un país que hace solo unos años ignoraba el fútbol femenino. “A nosotras nos encanta tener la posesión del balón, nos encanta dominar el juego a través del balón, y esa es nuestra esencia. Resumido así se ve muy fácil, pero pocas selecciones en el mundo son capaces de reproducir nuestro modelo”, contaba también a este diario la tercera capitana, Olga Carmona.

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