Paula Vega se viralizó en internet en 2023 cuando decidió pasar su luna de miel en Roma para visitar al papa Francisco junto a su marido. Acudieron a la cita vestidos de novios y con el certificado matrimonial. “Queríamos recibir su bendición. Le comenté que era misionera digital y me dijo que le diese caña al asunto”, cuenta. Esta malagueña de 30 años redescubrió su fe hace casi una década y ahora divulga contenido religioso en Instagram, donde acumula más de 56.000 seguidores. Ya prepara las maletas para volver al Vaticano. Por primera vez en la historia, se celebra un Jubileo con mil influencers católicos de 46 países en un Año Santo que pone el foco en el entorno virtual. “La Iglesia se dio cuenta que los jóvenes no están en las parroquias, aunque sí en las redes. Somos la puerta de entrada a la fe. Tenemos el mejor mensaje del mundo, pero hay que saber venderlo”, dice.
Asegura que el evento no sería posible sin la labor que realizó el papa Francisco, quien concedió importancia a este asunto. “Me regaló la oportunidad de participar con voz y voto en el Sínodo de la Sinodalidad de 2023. Fui una de las 54 mujeres que por primera vez en la historia tuvimos una inclusión plena en un espacio de obispos”, cuenta.
En su intervención inicial se rieron de ella, recuerda, pero en la segunda asamblea la escucharon y redactaron el primer documento oficial sobre misión digital, lo que dio paso en 2024 a una Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa con creadores de contenido católico, respaldados por el Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede.
y sus compañeros de pupitre son seminaristas. Considera que “un misionero digital debe estar formado”. Le consta que la Iglesia trabaja en promover ayudas para los creadores de contenido como ella: “Internet tiene un gran potencial evangelizador. Eso sí, las pantallas nunca suplirán el contacto físico. Acercamos a los jóvenes a las parroquias”.
Tiene más de 200.000 seguidores entre todas sus redes sociales y es fundador de Aute, “una entidad que acerca a los jóvenes a la fe” y que cuenta con una aplicación móvil, una marca de ropa con prendas que contienen mensajes cristianos y numerosos eventos. “Lo que antes era un ambón en la Iglesia para dar una homilía, hoy es un vídeo de Instagram. Ahora toda la atención de los jóvenes está en redes y tenemos que estar ahí”, comenta.
Paola Pablo, dominicana residente en Madrid de 30 años, es cantante: “Evangelizo a través de la música en redes, estoy en Youtube e Instagram”. En 2018 lanzó su primera canción dedicada a Jesús, y entre esta y su último single ya ha escrito 18 temas. “Estoy presente en todas las grandes plataformas como Spotify. La mayoría de los ministerios católicos tienen un distribuidor de música”, explica. Acumula en Instagram más de 100.000 seguidores.
Considera que las canciones tienen el poder de conectar, especialmente con la gente joven. “Toca el corazón y abre puertas”, comenta tras hacer referencia a Hakuna Group Music, la banda cristiana juvenil que en varias ocasiones ha llenado el WiZink Center de Madrid. Los retiros, los ejercicios espirituales y los conciertos cada vez están más en auge, a su juicio. “Va más allá de ir a misa los domingos con la familia, se genera comunidad”, cuenta.
Valladares considera que la religión debe estar presente en todos los ámbitos y recuerda que ya decía que un versículo del Evangelio tiene la misma extensión que un tuit. Compara Internet con un hospital de campaña, parafraseando al papa Francisco: “Hay mucha gente sola y herida, a veces por la propia Iglesia. Podemos darles esperanza”.
Carlos García, madrileño de 33 años, es misionero digital y forma parte del equipo de comunicación de la Delegación de Infancia y Juventud de la Archidiócesis de Madrid. “Crecí en una familia en la que no se vivía la fe, pero a partir de los 27 años me acerqué a la Iglesia tras salir de una relación tóxica”, comenta.
Creó el podcast semanal Al Lío sobre espiritualidad, fe y estilo de vida. “Mi objetivo no es hablar todo el tiempo de oración. Puedo abordar valores cristianos, aunque no nombre a Dios”, resume. Valora de forma positiva la apuesta del Vaticano por la presencia digital: “Hoy en día si un periódico solo hace papel, está perdido. Pues lo mismo pasa en la Iglesia, también nos actualizamos”.
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Source: elpais.com