Si la Comisión se sale con la suya, el programa LIFE desaparecerá como capítulo independiente. Al igual que otros 14 programas, el Ejecutivo europeo ha propuesto, en su proyecto de Marco Financiero Plurianual (MFP), integrar a partir de 2028 a LIFE en un macro Fondo Europeo de Competitividad. Uno de los argumentos usados por Bruselas para fusionar todos los programas es que el gasto de la UE está “diseminado en demasiados programas que se solapan, muchos de los cuales buscan financiar la misma cosa, pero con requerimientos diferentes y dificultades a la hora de combinar de manera eficiente la financiación”.
Eduardo de Miguel, director de Global Nature, tercia: “El programa nació en 1992 como una pequeña parte de la Política Agracia Común (PAC). En el periodo 2021-2027 el presupuesto de la PAC es 72 veces superior al LIFE, que es el 1,3% del presupuesto de la PAC. Sin embargo, con esa pequeña cantidad ha financiado 6.000 proyectos en toda Europa, con los que se han restaurado miles de hectáreas y se ha ampliado la Red Natura 2000”. Y añade: “la cofinanciación ya se realiza, los países aportan en torno al 50%. Son fondos que han servido para capitalizar la conservación en España, generando economía y puestos de trabajo”.
“Eliminar el LIFE tendría consecuencias catastróficas para la biodiversidad”, resume Juan Carlos Atienza, de SEO/Birdlife. Y apunta que, a diferencia de lo que se cree, las entidades ambientalistas no son las principales beneficiarias del programa. “Si revisamos en la web de la Comisión a dónde han ido destinados los fondos del LIFE, 2.804 millones han recaído en las administraciones públicas; 2.455 han llegado a las empresas; 1.613 se han otorgado a fundaciones, mientras que solo 937 han llegado a las ONG”.
Esto se entiende mejor cuando se ve cómo funciona este programa. “Los fondos permiten trabajo a varios años con una cantidad importante de dinero, normalmente con la obligación de juntar a varias entidades, empresas y administraciones en proyectos colectivos”, resume Suárez, de WWF. “Ofrecen una subvención de al menos un millón de euros, pero normalmente se financia el 50%, y el resto hay que buscarlo con otras administraciones y empresas”, continúa. Y pone como ejemplo el lince ibérico, para el que se han subvencionado cuatro programas con los que ha pasado de tan solo 100 ejemplares —peligro crítico— a 2.400 —estado de conservación favorable—.
No solo ha servido para estas especies. “Nosotros hemos trabajado en especies menos emblemáticas, como el carricerín cejudo, un pajarillo que cría al norte de Alemania y cuya ruta migratoria pasa por España. Con los LIFE hemos recuperado humedales que suele usar. También hemos trabajado en la conservación de aves que viven en espacios agrarios, como el sisón, en colaboración con los agricultores”, apunta De Miguel, de Global Nature.
Si la supresión se culmina, también supondrá un agujero para algunas ONG, sobre todo las más pequeñas. “En nuestra entidad los fondos LIFE representan entre el 25 y 30% de los ingresos. En las más pequeñas pueden llegar al 50%. Una parte importante del sector se ha mantenido y ha crecido gracias a este programa”, añade.
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
Source: elpais.com