El pasado 25 de julio entró en vigor en el Reino Unido la ‘Online Safety Act’, una ambiciosa legislación con la que el gobierno británico aspira a situar al país «a la vanguardia de la seguridad digital», según sus propias palabras. Una de sus piezas … centrales es la obligación de que las grandes plataformas tecnológicas verifiquen de manera rigurosa la edad de sus usuarios, en especial para evitar que menores de 16 años accedan a contenidos inapropiados o a redes sociales que legalmente no deberían utilizar. Sin embargo, apenas días después de su puesta en marcha, el sistema ya muestra signos de vulnerabilidad. Los menores, lejos de quedar fuera del entorno digital que pretende protegerlos, han encontrado vías para seguir accediendo sin mayores complicaciones.
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Según la prensa local, las vías que están utilizando los menores para esquivar la verificación de edad son múltiples. La más común, y posiblemente la más difícil de bloquear, es el uso de redes privadas virtuales (VPN). Estas herramientas, que permiten enmascarar la ubicación real del usuario, son legales y ampliamente utilizadas por motivos legítimos, como la protección de la privacidad en redes públicas o el acceso a contenidos restringidos por región. En este contexto, las VPN permiten a cualquier usuario simular que se conecta desde fuera del Reino Unido, donde las restricciones no aplican. De acuerdo con datos de la consultora Sensor Tower, recogidos por el mismo medio, las descargas de aplicaciones como ProtonVPN o NordVPN se dispararon un 1.800 % en el país en las semanas previas a la entrada en vigor de la ley.
Las plataformas, por su parte, se enfrentan a un equilibrio complejo. Por un lado, deben demostrar a Ofcom que están aplicando medidas de control eficaces. Por otro, deben evitar infringir otras regulaciones, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), que limita el tratamiento de información sensible como datos biométricos o escaneos faciales. Algunas empresas han optado por delegar el proceso de verificación en proveedores especializados, como Yoti o Veriff, que ofrecen soluciones de «age estimation» (estimación de edad) sin necesidad de recopilar documentos, pero con niveles variables de precisión y controversia.
Lejos de fomentar el fraude, la iniciativa busca demostrar lo fácil que puede ser engañar a los sistemas de verificación si no están bien diseñados. Según el propio creador, que se identifica con el nombre de Tim, esta es una forma de protesta frente a una ley que considera profundamente defectuosa. «Esto es una pequeña y también absurda protesta contra la estupidez de la Online Safety Act que acaba de entrar en vigor», aseguró, y la calificó como «una ley terrible que empeora internet para todo el mundo».
Source: www.abc.es