El pacto político está cerrado desde el 27 de julio. El hacia Estados Unidos también: el 15%. Incluso hay cifras publicadas y refrendadas por las dos partes que se antojan muy difíciles de cumplir: la compra por parte de la Unión de combustibles estadounidenses por 750.000 millones de dólares (unos 650.000 millones de euros) en los próximos tres años y los compromisos de inversión por otros 600.000 millones de dólares. También está claro que ni el aluminio ni el acero formarán parte de acuerdo alguno, que sus exportaciones sigue sometidas al gravamen del 50%.
Hay otras preguntas por responder. E, incluso, versiones que no acaban de encajar.
Estados Unidos tiene investigaciones abiertas sobre varios sectores que pueden acabar con nuevos aranceles adicionales, entre ellos los medicamentos. Trump anunció este martes que la semana que viene concretaría esas tasas, que al principio serían bajas, pero que irían aumentando al 150% y al 250% el año que viene. ¿Estarán incluidas las medicinas europeas en esas medidas prohibitivas? De las palabras de Trump esta misma semana se deduce que sí; Bruselas insiste en que están incluidas en el 15%.
Casi la misma respuesta vale para los medicamentos que para los chips o semiconductores. La Comisión Europea lo da por incluido en el arancel general del 15%.
La medida está en línea con el objetivo del republicano para llevar la manufactura de vuelta a su país. Este anuncio coincide, de hecho, con la noticia de que Apple invertiría 100.000 millones de dólares (más de 85.650 millones de euros) adicionales en su mercado local.
Sí, aunque estos aranceles no entran en vigor el 7 de agosto porque no forman parte de los falsamente llamados “aranceles recíprocos”. Los coches y los componentes formaban parte de otro paquete.
Esta es una de las incógnitas más importantes a despejar. En el acuerdo de Turnberry no se llegó a este nivel de concreción y eso es algo que están ahora negociando los técnicos de ambos lados. El resultado final tiene importancia porque los productos manufactureros más complejos pueden tener componentes en su cadena de valor de muchos lugares distintos. Un sector importante en este pueden ser los coches, especialmente los eléctricos.
Esta respuesta solo la puede responder Trump. Como ha demostrado estas semanas, está dispuesto a utilizar los aranceles como herramienta de presión diplomática para torcer las voluntades de los gobernantes de otros países.
A Brasil le ha impuesto un arancel de hasta el 50% porque la justicia del país sudamericano está a punto de juzgar al expresidente Jair Bolsonaro por un intento fallido de golpe de Estado. Para las importaciones desde la India ha anunciado un gravamen igual por comprar petróleo ruso.
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Source: elpais.com