“Sí, lo queremos hacer para asegurar nuestra seguridad y apartar a Hamás de allí”, ha respondido en esa entrevista cuando se le ha preguntado si Israel ocuparía la totalidad del enclave. “Permitiremos que la población gazatí se libere de Hamás y entonces pasaremos [la Franja] a una administración civil que no sea Hamás ni nadie que defienda la destrucción de Israel”. Netanyahu no ha entrado al detalle de quién podría estar dispuesto a coger el relevo a la ocupación israelí en el futuro, pero ha mencionado la posibilidad de que “fuerzas árabes” gobiernen el territorio “de manera adecuada”.
En una segunda fase, Israel lanzaría una ofensiva contra las zonas, tras ordenar su evacuación, donde cree que Hamás esconde a los rehenes. De manera paralela, se prevé que EE UU anuncie entonces los nuevos planes de la Casa Blanca para incrementar el flujo de la ayuda humanitaria en coordinación con Israel. Unos esfuerzos que consistirán en hacer que la autodenominada Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), en cuyas instalaciones los gazatíes son tiroteados a diario, pase de tener cuatro zonas de reparto a 16.
Mas ve esa posible maniobra israelí como una continuación de lo anterior. Indica que Gaza sufre “un genocidio que toma distintas formas” en el que “todo lo que es necesario para vivir está siendo destruido de manera sistemática”. Pone como ejemplo el acceso a la comida, donde más de 800 personas han muerto tiroteadas en las zonas de reparto de la GHF, la opaca entidad que Israel impulsó a finales de mayo con el apoyo de EE UU mientras marginaba el sistema humanitario tradicional liderado por la ONU.
Entre el 7 de junio y el 24 de julio, esas dos clínicas registraron 28 muertos y recibieron un total de 1.380 heridos. La afluencia de víctimas, la mayoría con disparos, cuando la GHF abría sus instalaciones, custodiadas por tropas israelíes y por contratistas estadounidenses, se convirtió en un patrón. Según el informe, los equipos de MSF se ponen en alerta cuando la GHF anuncia actividad.
Esa cantidad de heridos incluye 71 niños que fueron alcanzados por las balas. Entre ellos, un niño de 12 años o una niña de solo ocho. Pero la mayoría de heridos son hombres menores de 30 años, algo que refleja lo que MSF considera una “estrategia de supervivencia” de las familias. Esa estrategia consiste en enviar a esos centros a varones capaces de caminar distancias largas durante la noche, de avanzar entre soldados y hostilidades, y de correr y de pelear con los demás para conseguir una bolsa de comida.
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Source: elpais.com