Rudy Fernández (Palma de Mallorca, 40 años) cerró el verano pasado una carrera monumental en el mundo del baloncesto. Con el Real Madrid conquistó siete Ligas, tres Euroligas, seis Copas y nueve Supercopas en 13 temporadas de blanco después de seis cursos como emblema del Joventut y de dejar su huella en la NBA: 267 partidos entre Portland y Denver. Con España se colgó 11 medallas y es el único jugador en morder los seis oros (cuatro europeos y dos mundiales) que ha logrado la selección masculina absoluta en su historia.
Pregunta. ¿Qué echa de menos del baloncesto?
Respuesta. Francamente, echar de menos el baloncesto a nivel competitivo, no lo echo de menos. Tenía tan clara la decisión de retirarme que poco a poco me iba concienciando de decir adiós. Sí que ahora, cuando he ido a ver algún partido e interactúo con la afición, vuelve un poco el sentir la adrenalina de competir y eso lo echo un poco de menos.
R. No. Yo la verdad es que acabé la temporada sintiéndome bastante bien. En el Madrid me sentía a gusto y con el rol muy asumido. En la selección sí era más líder a la hora de jugar más minutos. En los dos equipos me sentía importante y físicamente podría haber seguido un año más. Ahora de hecho me siento bastante bien. No forcé nada, pero sentía que mis hijos me demandaban cada vez más y también quería dejar paso a las nuevas generaciones, a las que les podía quitar minutos. Y quería acabar mi carrera bien, como me sentí en el último partido de los Juegos Olímpicos.
P. ¿De qué está más orgulloso de su carrera?
R. De cómo he competido y cómo me he adaptado a los equipos, cómo he podido aportar yo para conseguir los objetivos.
P. Cuando ve a los jugadores jóvenes de hoy, ¿en qué nota más el cambio generacional respecto a su época?
R. En cuanto al juego, el joven de hoy está mejor preparado físicamente que antes. Yo siempre he sido un jugador bastante atlético, pero en mi época no había tantos como ahora. Hoy es lo normal. En cuanto a la forma de ser, no diría que haya más prisas por triunfar o por llegar arriba, pero hoy es muy difícil competir con las universidades estadounidenses que se llevan a los mejores jóvenes. Te forman académicamente y te pagan muy bien. Eso ha marcado un antes y un después en el deporte base. Yo debuté con el Joventut con 16 años y tuve una carrera hasta los 21 o 22 hasta irme a la NBA. Hoy eso pasará mucho menos.
P. ¿Qué consejo le daría a un joven?
R. Sobre todo que tenga paciencia. Eso es lo que hace que vaya cubriendo etapas. El talento y el trabajo te llevará arriba. Es complejo porque el jugador joven quiere jugar y competir y eso se lo dan también las universidades estadounidenses. Ahora además te pagan mucho. Yo soy padre y que mi hijo en un futuro se pueda formar académicamente es muy importante. Ya lo dije, es un antes y un después. Por eso también hay que convencer a los jóvenes de que el dinero no es lo más importante. Si se quedan en los clubes, tendrán una formación como la tuve yo.
P. ¿En la cultura deportiva de Estados Unidos prima más el yo que el equipo?
P. Después de ganar seis títulos en tres temporadas, y apenas una semana después de ganar la ACB, el Real Madrid destituyó al entrenador, Chus Mateo. ¿Le pareció justo?
P. ¿Cuál es para usted la principal virtud de Scariolo?
P. ¿El Eurosbasket de 2022, en el que usted fue capitán, fue el gran reconocimiento a su trayectoria con la selección después de estar a veces en un segundo plano junto a tanta estrella?
R. Fue un año muy bueno, increíble. Ya empezaba la transición y yo era el capitán de jugadores muy jóvenes, que no habían jugado una competición internacional con la selección. Hicimos un gran grupo, una gran piña. Sergio Scariolo supo entender cómo era el equipo y el equipo cómo quería Sergio que jugáramos. Todo se juntó y conseguimos el oro. Para mí fue muy, muy especial. Era un equipo que necesitaba ese empuje y yo venía de un año difícil a nivel personal. Por eso la selección es La Familia. Me sentí muy arropado por todos.
R. Para mí fue fácil porque fui muy consciente de las necesidades que tenía la selección. Eso lo tenía muy claro. No dejé de hacer nada que no quisiera, y gracias a no tener yo ese egoísmo en cuanto a las estadísticas pude conseguir muchos títulos con mis compañeros. Eso es lo que me llevo y creo que la gente lo ha sabido reconocer.
P. ¿Qué es el talento?
R. Hay gente tocada con una varita, como Luka Doncic. Luego puedes ser un jugador completo con trabajo y siendo consistente. La recompensa llega. Yo siempre me he sentido un jugador que ha tenido el talento para jugar a este deporte pero también el talento para adaptarme a las posibilidades que conlleva el baloncesto profesional. He sido un jugador totalmente completo y he tenido muchos referentes.
P. Llega un Eurobasket con selecciones con grandísimas estrellas y en el que España defiende el oro de Berlín. ¿Cuál es el valor de la selección?
P. ¿Cómo ve ahora el deporte como padre?
P. Después de retirarse empezó a jugar al golf, estuvo como espectador en el Masters de Augusta y ha participado en algún torneo junto a Pau Gasol, Sergio Rodríguez, Morata… ¿Qué ha descubierto en este deporte?
R. Me ha enganchado a mí y a mi mujer. Es un deporte de muchas horas que me ha dado estar en un espacio agradable, tranquilo. Estar a veces jugando yo solo, que eso muy pocos deportes te lo dan. Puedo competir contra mí mismo. Ahora veo mucho golf, me gusta estar relajado, jugar con mi mujer. Es un gran hallazgo y una nueva pasión.
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Source: elpais.com