“Vamos a desplegar a la Guardia Nacional para ayudar a restablecer la ley, el orden y la seguridad pública en Washington D. C., y se les va a permitir que hagan su trabajo como es debido”, ha asegurado este lunes el presidente en una rueda de prensa en la Casa Blanca, acompañado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el de Interior, Doug Burgum, entre otros. “Nuestra ciudad ha sido tomada por bandas violentas y criminales sedientos de sangre”, sentenciaba. Según ha apuntado, el despliegue inicial será de 800 soldados, una cifra que se podrá aumentar si se considera necesario. La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, calificaba la medida de “desconcertante e improcedente”.
Los datos desmienten las afirmaciones de Trump. Los delitos violentos decrecieron un 35% en 2024 con respecto al año previo y se situaron en las cifras más bajas de los últimos 30 años, según un informe del Departamento de Justicia publicado en enero.
El anuncio del presidente resulta irónico si se tiene en cuenta que en su primer día de mandato firmó un indulto para todos los participantes en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, cuando una horda de sus simpatizantes irrumpió en la sede del Congreso para tratar de evitar que se confirmase el triunfo electoral de Joe Biden y hacer que Trump permaneciera en la presidencia.
Unos 140 agentes de policía resultaron heridos en aquella jornada y 15 requirieron hospitalización, según los datos de las asociaciones de policía. En un comentario en la red social X, la demócrata Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes, ha recordado que aquel día Trump retrasó desplegar a la Guardia Nacional mientras el Capitolio se encontraba bajo asedio. En su opinión, con el anuncio de este lunes el presidente quiere “distraer de su gestión incompetente de los aranceles, salud, educación e inmigración, por nombrar solo algunos de sus fracasos”.
“Voy a ir a reunirme con [el presidente de Rusia, Vladímir] Putin… No me gusta estar aquí hablando de lo insegura, y sucia e inmunda que está esta ciudad antes tan bonita, con grafitis en los muros por todas partes”, ha agregado. “También nos vamos a librar de los barrios marginales”. Para subrayar el nivel de supuesta peligrosidad de Washington, ha arremetido contra México y Bogotá: “El nivel de homicidios hoy es más alto que el de D. F. o Bogotá o algunos de los que se consideran peores lugares del mundo”.
El despliegue anunciado para la capital estadounidense es similar al que también ordenó Trump de la Guardia Nacional californiana en las calles de Los Ángeles la pasada primavera, con el argumento de que las protestas en contra de las redadas para detener inmigrantes en situación irregular habían quedado fuera de control y representaban una emergencia nacional.
En su rueda de prensa, Trump lanzaba una advertencia a otras ciudades bajo control demócrata: pueden ser las siguientes. “Si nos hace falta, haremos lo mismo en Chicago, que es un desastre”, sostenía, “espero que Los Ángeles esté tomando nota”. Ambas metrópolis, y Washington, no solo están gestionadas por el partido en la oposición, sino que también tienen un alto porcentaje de población racializada.
La Guardia Nacional se encuentra bajo el control de los Estados. Pero, aunque la llamada ley de Autogobierno de 1973 le concede un cierto nivel de autonomía, Washington solo tiene estatus de distrito, y su destacamento se encuentra a las órdenes directas del presidente, no de un gobernador.
“Es el Día de la Liberación en Washington, y vamos a recuperar nuestra capital”, ha asegurado Trump. “No quieres que te roben, te violen y te maten” en la capital estadounidense, ha agregado. Pero ahora “cuando caminen por las calles van a estar muy tranquilos. Van a ver a la Guardia Nacional, van a ver mucha policía”.
El presidente anticipó antes de la rueda de prensa que iba a tomar esta medida en una serie de mensajes en su red social, Truth.
“¡Washington D. C. será LIBERADA hoy! La delincuencia, el salvajismo, la inmundicia y la escoria DESAPARECERÁN. ¡Voy a HACER QUE NUESTRA CAPITAL SEA GRANDE DE NUEVO!”, escribió a primera hora de la mañana el republicano.
El presidente estadounidense mantiene una complicada relación con Washington D. C., una ciudad bajo control demócrata y que en cada elección ha votado en masa contra él. Durante su primer mandato compró la antigua sede de Correos, que convirtió en un hotel de lujo, para acabar vendiéndolo tras su derrota en las presidenciales de 2020 frente a Joe Biden. Tanto entonces como ahora ha acusado a la capital de ser un lugar sucio, venido a menos y dominado por la delincuencia callejera.
“Involucrar a las fuerzas militares para hacer cumplir la ley es peligroso e injustificado. Las medidas de la Administración Trump para desplegar fuerzas militares en ciudades con poblaciones mayoritariamente racializadas, como Los Ángeles en junio y ahora Washington DC, agravan el riesgo de violencia”, ha indicado la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch en un comunicado.
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Source: elpais.com