El Reino Unido pone a prueba la verificación de la edad en internet y las visitas a páginas porno se reducen a la mitad

El Reino Unido comienza a hacer balance de la eficacia del nuevo protocolo de verificación de edad en internet, que desde el pasado 25 de julio requiere medidas más robustas para evitar que los menores de 18 años accedan a material potencialmente perjudicial, desde pornografía a contenidos sobre suicidio, auto-lesiones o trastornos alimenticios. Los primeros análisis del tráfico en la red sugieren que las normas están dando resultado. Plataformas como Pornhub, la más visitada para acceder a material pornográfico, han visto una caída de visitantes próxima al 50% en las jornadas posteriores a la entrada en vigor del nuevo régimen, que establece hasta siete posibilidades para comprobar la edad, entre ellas, el reconocimiento facial, controles a través de tarjetas bancarias o mediante una prueba de identidad (en el Reino Unido no existe el equivalente a los DNI de España).

La Comisión Europea seleccionó a España en mayo para el proyecto piloto con el que desarrollará una herramienta de verificación de edad que proteja a los menores frente a contenidos para adultos accesibles en Internet, como el porno. Lo hizo después de que el Ejecutivo español desarrollase la aplicación Cartera Digital Beta, un sistema para comprobar que los usuarios que quieran ver páginas pornográficas no son menores, y que se popularizó como pajaporte entre los detractores de la iniciativa, que creen que ese sistema invade la privacidad de la red y que, en realidad, solo logrará que los adolescentes visiten páginas más escondidas y peligrosas. En el resto de Europa el debate es similar. En Italia, se obliga al control parental de los móviles comprados a nombre de los menores, pero nada impide que usen el de otros adultos. En Francia, se explora la implantación de un sistema similar al español.

Desde la entrada en vigor de la norma, más de 6.000 proveedores de material para adultos se han comprometido a emplear las herramientas en Reino Unido para garantizar que los usuarios superan los 18 años. Pero junto a este compromiso, los británicos han detectado patrones que parecen directamente relacionados con la activación de los mecanismos de comprobación de edad. Las aplicaciones de las denominadas VPN (siglas en inglés de Red Virtual Privada) han sido las más descargadas en las jornadas posteriores a la entrada en vigor del llamado código infantil (Children’s Code, en inglés) de la Ley de Seguridad Online.

Puesto que su finalidad es ocultar la localización geográfica del usuario de turno, aparentando que está en un país diferente, su recientemente disparada popularidad apunta a una correlación algo más que tangencial con el nuevo sistema de verificación. Según también Ofcom, unos 14 millones de personas consumen pornografía online al norte del Canal de la Mancha y el temor es la exposición de los menores.

No obstante, han surgido voces críticas con la legislación, que advierten de que al no poder acceder en las plataformas más populares, la alternativa es buscar pornografía entre otras opciones en la llamada ‘red oscura’ (‘dark web’, en inglés), que tiende a ofrecer contenido más extremo, lo que podría suponer consecuencias todavía más perniciosas para los jóvenes.

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