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Miércoles, 20 de agosto 2025, 00:04
El comercio minorista de toda la vida y que fue durante décadas la columna vertebral del tejido empresarial español, languidece. Entre 2019 y y 2024, … este sector -formado en buena parte por negocios traspasados de generación en generación- ha sufrido el cierre de más de 50.000 locales, un tercio del total de establecimientos cerrados desde el año 2000. Así lo refleja el informe sobre ‘Nuevas dinámicas de consumo tras el covid-19’, de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).
El dominio de las grandes cadenas y los nuevos hábitos de consumo acelerados por la pandemia han condenado al pequeño comercio. Hoy, pasear por muchos barrios españoles es recorrer un cementerio de persianas bajadas, locales reconvertidos en viviendas y franquicias. Solo en el primer trimestre de 2020 cerraron echaron el cierre 20.808 empresas minoristas, según apuntan datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Al cierre de ese ejercicio, el 18,5% los negocios activos a 1 de enero cerró las puertas.
Y es que durante los meses de confinamiento y restricciones durante la crisis sanitaria fueron muchos los ciudadanos que se famicializaron con las compas online. «La conveniencia y la seguridad guiaron al consumidor en el confinamiento, trazando nuevas rutas de compra», apunta el estudio. Por su parte, el índice de Comercio al por Menor (ICM) evidencia que, tras una subida del 5,6% interanual en febrero de 2020 ―vinculada al acopio previo al confinamiento―, las ventas sufrieron una caída en picada los dos meses siguientes, con una contracción cercana al 30%.
Las ventas online se han duplicado en el último lustro. El citado informe constata que si bien parte de los consumidores regresaron a la tienda física con el fin de la pandemia, el porcentaje de españoles que compra habitualmente online se ha incrementado del del 36% al 45% entre el año previo al coronavirus y 2023. Ante este cambio de paradigma, el porcentaje de empresas que recurre al canal de venta digital pasó del 36% previo a la crisis sanitaria al 45% en 2023.
Entre los pequeños comercios que resisten, la salvación para muchos autónomos ha sido ampliar su negocio y convertirse en punto de recogida y entrega de paquetes. «Viene más gente a recoger pedidos de una plataforma de comercio electrónico que a comprar material. Muchos también compran sobres para hacer sus propios envíos», afirma la propietaria de una papelería del distrito madrileño de Ciudad Lineal.
Los datos del Panel de Hogares de la CNMC sobre el sector postal y el comercio electrónico, relativos a la segunda mitad del año 2024, confirman esta tendencia al alza. El 20% de los consumidores opta por recoger sus pedidos en otras tiendas distintas a las del vendedor, como estancos o supermercados.
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Source: www.hoy.es