El hecho de que su nombramiento se produjera en un momento de grave estado de salud del papa argentino ha alimentado la tesis de que se trató de un gol del sector conservador de la Curia. Porque, según fuentes vaticanas, no gozaba del favor de Francisco. El anuncio del traslado del anterior nuncio en España, el filipino Bernardito Auza, fue el pasado 22 de marzo, enviado a Bruselas como representante del Vaticano ante la UE, y Jorge Mario Bergoglio falleció el 21 de abril. Que luego hayan pasado casi seis meses para confirmarlo no ha hecho más que aumentar la impresión de que era una decisión con problemas, pese a que haya influido el parón en la maquinaria vaticana por el cambio de papa. Es más, este verano algunos medios digitales conservadores, en España e Italia, han llegado a publicar que había un veto del Gobierno español. se ha limitado finalmente a ratificar la decisión.
Pioppo era hasta ahora nuncio en Indonesia, país al que llegó en 2017. Sacerdote desde 1985, ingresó en el servicio diplomático vaticano en 1993, y comenzó su carrera en la Secretaría de Estado del Vaticano, donde prestó servicio en las nunciaturas de Chile y Corea del Sur. Pero en su biografía destaca sobre todo que en esos años fue secretario personal de Angelo Sodano, el controvertido, todopoderoso y ultraconservador número dos de Juan Pablo II, al frente de la Secretaría de Estado, una especie de primer ministro del Vaticano. Es más, Sodano llegó a colocar a Pioppo en 2006 como prelado del IOR (Instituto para las Obras de Religión), el no menos polémico banco vaticano, centro de numerosos escándalos.
Angelo Sodano fue nuncio en Chile durante la dictadura del general Augusto Pinochet y organizó el cuestionado viaje al país del papa polaco en 1987, en el que Juan Pablo II apareció en el balcón del Palacio de la Moneda junto al dictador, una imagen que dio la vuelta al mundo. Karol Wojtyla nombró luego a Sodano su secretario de Estado, cargo que ocupó entre 1991 y 2006 y en el que se convirtió en una de la figuras más poderosas del Vaticano, sobre todo en los últimos años de deterioro de salud del pontífice. Fue acusado de ser uno de los encubridores de los numerosos casos de pederastia denunciados en los Legionarios de Cristo, y de ser un protector de su fundador, el depredador sexual Marcial Maciel. El cardenal de Viena, Christopher Schönborn, también lo acusó abiertamente en 2010 de haber bloqueado la investigación sobre los abusos del arzobispo austriaco Hans Hermann Groer.
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Source: elpais.com