Desde 2009, la Vuelta ciclista a España marcha en la dirección que marca Javier Guillén. El madrileño, de 52 años, asumió el mandato de la carrera después de siete años en Unipublic, la empresa que organiza la prueba desde 1979. Él es quien ha lidiado estos días con las protestas contra el equipo Israel-Premier Tech y quien ha dado la cara este lunes en Madrid, epicentro de las manifestaciones pro-Palestina que provocaron este domingo la suspensión de la última etapa con salida en Alalpardo y final previsto en la plaza de Cibeles. No es Guillén, sin embargo, la cúspide de la pirámide que hace y deshace en la Vuelta a España. Desde 2014, la propietaria única de la carrera es ASO (Amaury Sport Organisation), empresa francesa del grupo Amaury que ya había adquirido en 2008 el 49% de la propiedad de la Vuelta.
La Vuelta es, por tanto, una de las muchas fuentes de las que bebe la promotora francesa. Más aún en los últimos años, desde que la carrera española ha disparado su rentabilidad. El pasado año, sin ir más lejos, la ronda ciclista elevó un 10% su facturación, según datos de 2Playbook. En esa edición, la de 2024, ganada por Primoz Roglic, Unipublic (matriz española propiedad de ASO) obtuvo cerca de 11,5 millones de euros de beneficios por la prueba, algo a lo que ayudó, y mucho, la gran salida desde Lisboa (Portugal). No era la primera vez que la carrera iniciaba su recorrido desde el extranjero. Tampoco será la última, visto el impulso económico que ello supone. Tanto es así, que desde 2022 y, al menos, hasta 2026, la Vuelta arrancará cuatro veces desde el extranjero: Utrecht, en 2022; Lisboa, en 2024; Turín, este año; y Mónaco, el curso que viene.
Lo cierto es que, de vuelta a las protestas pro-Palestina que han interrumpido el transcurso de la Vuelta a España, tanto ASO como Unipublic se han visto estos días atadas de pies y manos. Esa es, al menos, la postura que han transmitido ambas empresas en todo momento. “La posición de la Vuelta en todo esto es clara”, ha asegurado Javier Guillén este lunes; “nosotros nos guiamos por la normativa de la Unión Ciclista Internacional (UCI). Es a ella a quien le corresponde establecer el derecho de sanción o de exclusión [de un equipo] durante las carreras. En todo momento nos hemos movido en esa legalidad. Es más, hablamos con ellos para hacerles ver cuáles eran los acontecimientos que estábamos viviendo aquí y para que tomaran posición. Y sí, la UCI tomó una posición: la de mantener al equipo Israel-Premier Tech en carrera. Nosotros nos hemos guiado en todo momento por lo que ellos nos han dicho. Cualquier movimiento sin su consentimiento hubiera derivado en una serie de consecuencias legales muy negativas, algo que hubiera afectado a España en el marco del deporte internacional».
No fue el único corredor en pronunciarse al respecto, pero sí uno de los pocos en posicionarse de manera tan tajante. Días antes, Jonas Vingegaard, el vencedor de la Vuelta, se mostró comprensivo con los manifestantes en la cadena TV2 danesa. “La gente protesta por algo”, sugirió; “es horrible lo que está pasando ahora mismo, y creo que quienes protestan lo hacen aquí porque necesitan un lugar en el que ser escuchados. Necesitan que los medios les den esa oportunidad, están desesperados por ello, así que lo hacen aquí, en la Vuelta”.
El español Carlos Verona, por su parte, recibió muchas críticas tras las protestas que desencadenaron en la cancelación de la etapa de Bilbao. “Esperemos que a quien le corresponda dentro de la UCI tome medidas para que esto no se vuelva a repetir”, lamentó en Eurosport; “tenemos que intentar mantener el deporte alejado de la política, porque creo que la mayoría de los que estamos aquí no hemos venido a hablar de política ni a meternos en esos temas, lo que queremos es disfrutar con el deporte, dar nuestro 100% y hacer de este mundo un lugar mejor”.
A las seis de la tarde de este lunes, y por primera vez desde las protestas en Bilbao del pasado 3 de septiembre, la Unión Ciclista Internacional se ha pronunciado en un comunicado en el que, además de condenar lo ocurrido este domingo en las calles de Madrid, ha cargado duramente contra el gobierno de España.
UCI statement concerning La Vuelta Ciclista a España 2025 pic.twitter.com/lvdeTT4Qrs
“Desde la llegada de la carrera al territorio español, la Vuelta se ha visto perturbada casi a diario por acciones de carácter militante: intrusiones de individuos en el pelotón, lanzamiento de orina y puesta en peligro de los corredores, atentando contra su integridad física, ya que algunos sufrieron caídas, lesiones y se vieron obligados a abandonar la prueba”, lamentan; “los actos reiterados que afectaron a un número considerable de etapas constituyen una grave violación de la Carta Olímpica y de los principios fundamentales del deporte”.
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
Source: elpais.com