No se trata, subraya el informe, de un desconocimiento de las causas: ya se han detectado, reconoce, “las vulnerabilidades de la cadena de suministro” debidas a la externalización de buena parte de la producción, sobre todo de antibióticos y analgésicos, a países en Asia. Otro de los obstáculos identificados es la “fragmentación” del mercado único de medicamentos de la UE, lo que “dificulta su libre circulación y disponibilidad y contribuye a un acceso desigual a ellos”.
El organismo auditor valora los pasos dados hasta ahora, especialmente la labor de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), encargada de la evaluación y seguimiento de los medicamentos en la UE y el Espacio Económico Europeo (EEE).
En 2023, la Comisión propuso, entre otros, una reforma de la legislación farmacéutica vigente y presentó además un listado de 300 medicamentos considerados críticos cuya disponibilidad merece una especial protección. El pasado marzo, el Ejecutivo europeo planteó además una ley de Medicinas Críticas, que busca incentivar la diversificación de la cadena de suministro de medicamentos fundamentales, como los antibióticos, a la par que incentivar la producción farmacéutica de estos productos y sus ingredientes principales dentro de la Unión.
“Hacer frente a la escasez, en particular de medicamentos esenciales, y garantizar la seguridad de la cadena de suministro ha sido una de las prioridades de la UE durante varios años y es una de las principales prioridades de esta Comisión”, ha asegurado un portavoz comunitario en respuesta al informe.
Pero los esfuerzos no son suficientes, replica el Tribunal de Cuentas. Así, señala el informe, si bien la lista de medicamentos esenciales es un paso importante, “el trabajo realizado hasta la fecha no ha garantizado su disponibilidad”. Es más, los auditores constataron que, pese a todo, algunos de esos medicamentos de la lista estaban en situación de escasez crítica.
En este sentido, los auditores constatan la necesidad de “mejorar el sistema para prevenir y mitigar la escasez de medicamentos críticos” que carece, destacan, de un marco jurídico “adecuado” y de información “oportuna y práctica”.
Igualmente, la EMA, aunque su papel se ha incrementado sobre todo desde la pandemia, “sigue sin tener competencias legales para ayudar a los países de la UE salvo en casos de crisis sanitarias” como la de la covid-19. Además, fuera de esas ocasiones excepcionales, carece de datos para ayudar continuamente a mitigar la escasez existente, ya que las notificaciones de la industria, que son realizadas de forma voluntaria, a menudo llegan de forma “tardía e incompleta”, además de ser “difíciles de comparar”, apunta Lehne, para quien debería haber una “única base de datos y plataforma de información para todas las medicinas de la UE, con información sobre su disponibilidad, vulnerabilidades de suministro y alternativas existentes”.
Para afrontar estos desafíos, los auditores proponen la puesta en marcha de una “acción coordinada global” para abordar las “causas profundas” de la escasez de medicamentos. Para ello, señalan, la Comisión debería “adoptar medidas para mejorar la aplicación y el control del cumplimiento coherentes por parte de los Estados miembros de la obligación de la industria de proporcionar un suministro continuo”, así como “evaluar la necesidad y la viabilidad coordinar los requisitos nacionales de constitución de reservas”.
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Source: elpais.com