Esta España es intocable

La Roja, que sigue sin encajar un gol rumbo al Mundial, se impone a una Georgia a la que redujo hasta dejarla en inofensiva, impulsada por el empuje de Pedro Porro y los goles de Yeremy Pino y Oyarzabal

En el medio, Pedri, el faro, exploraba de un lado a otro la solidez la fortaleza de Georgia, que colocó un centinela para perseguir y anular a Zubimendi. Merino buscaba lugares avanzados entre líneas desde los que ayudar a progresar. Mientras ellos oteaban el panorama, la agitación llegó por la banda derecha de Lamine, aunque no de un extremo, sino de un poco más atrás. El territorio abarrotado dificultaba los asaltos por tierra y Pedro Porro, que cubre la ausencia de Carvajal, abrió la vía aérea. El lateral del Tottenham, que incluso tiró al palo, desplegó un muestrario de centros que buscaban las cabezas de Oyarzabal y Mikel Merino, y desconcertaron a Mamardashvil. Dos de los que caían al segundo palo se convirtieron en problemas imposibles de descifrar para el portero del Liverpool, que solo acertó a despejar a córner balones que parecía que podía haber atrapado con sencillez.

Porro también encendió el peligro con una sucesión de saques de esquina, sobre todo con los que envió a Zubimendi, que aguardaba en la frontal. El primer gol empezó en otro. Con el área repleta de camisetas rojas, el cuero le cayó a Pedri, que lo devolvió flotando de vuelta al territorio de Mamardashvili. Lo cazó Le Normand, que entraba desde atrás y se lo dejó a Yeremy, que marcó.

El equipo de De la Fuente había abierto otro camino, pero el picante de los centros de Porro seguía marcando el ataque. Merino estuvo muy cerca de anotar después de dos de sus envíos: se le fueron un cabezazo cerca del palo y un tiro cerca del larguero.

Pero para el siguiente gol volvieron a necesitar a Porro en una falta a centrímetros del área. El lateral, con la pierna suelta para centrar y tirar, amagó y el engaño despistó un tanto a Mamardashvili, que ya no pudo alcanzar el disparo real, el de Oyarzabal, que reventó la red cerca de la escuadra del otro palo.

Georgia resultaba inofensiva, en buena parte por la insistencia de España, que no dejaba de empujar, aunque se encontró con varias intervenciones muy inspiradas que Mamardashvili añadió al penalti detenido. De la Fuente ahorró unos minutos a Pedri metiendo a Pablo Barrios, y la selección terminó con cuatro futbolistas del Atlético en el campo: el centrocampista coincidió con Le Normand, Baena y Llorente. Así avanzó la Roja otro paso hacia el Mundial, antes de jugar el martes contra Bulgaria en Valladolid.

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