Trump y Lula acercan posturas tras una de las peores crisis en la relación entre EE UU y Brasil en dos siglos

El encuentro, de 50 minutos, se ha celebrado en paralelo a la cumbre de la ASEAN (la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental). Ambas partes parecen abiertas a reconducir la relación bilateral, que los aranceles de Trump sumieron en una de las peores crisis en dos siglos.

Al principio de la reunión entre Trump y Lula, todavía en presencia de la prensa, un periodista le ha preguntado al republicano si reducirá los aranceles a Brasil. En agosto pasado le impuso un 50%, pese a que, a diferencia de casi todo el mundo, la relación comercial bilateral de EE UU con Brasil arroja un superávit para la superpotencia. El republicano ha respondido: “Lo vamos a discutir durante un rato. Ya sabemos lo que cada uno quiere”, informa el diario O Globo. Las negociaciones sobre los aranceles comenzarán en la noche del sábado, según las autoridades brasileñas.

“Creemos que sería beneficioso para Brasil convertirnos en su principal socio comercial en vez de China”, declaró el sábado el secretario de Estado de EE UU, Marco Rubio. De convertirse en realidad, esta sería volver a una situación que duró más de un siglo y cambió hace unos 15 años. Tras el castigo arancelario, Brasil aceleró las negociaciones de acuerdos comerciales tanto con la Unión Europea, como con un amplio abanico de socios.

Aunque se desconocen los detalles sobre ese nuevo marco de trabajo, se trata de una señal de distensión en vísperas de la reunión de sus líderes.

El propio Trump se ha mostrado optimista: “Creo que vamos a alcanzar un acuerdo con China”, ha asegurado este domingo en la capital de Malasia, además de sugerir que habrá más encuentros: “Hemos acordado reunirnos. Nos reuniremos más adelante en China y también en Estados Unidos, ya sea en Washington o en Mar-a-Lago”, cita Reuters.

La quinta ronda de conversaciones comerciales desde mayo ha estado encabezada por el vice primer ministro chino, He Lifeng, y el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. Según el negociador chino Li, la postura estadounidense fue “dura”, mientras que China se mantuvo “firme” en la defensa de sus intereses. Las dos partes buscaban evitar una nueva escalada en su guerra comercial, después de que Washington amenazara con imponer aranceles del 100% a los productos chinos y otras restricciones comerciales a partir del 1 de noviembre, en represalia por la . El secretario del Tesoro estadounidense ha declarado este domingo que el gravamen del 100% a China está ya “fuera de discusión”.

La tasa arancelaria media entre ambos países se mantiene en el 57,6% estadounidense a los productos chinos; y del 32,6% en sentido inverso, según el Peterson Institute for International Economics (PIIE), un centro de estudios con sede en Washington.

En las bilaterales de la cumbre de ASEAN, Camboya y Malasia han firmado acuerdos comerciales recíprocos con Estados Unidos que incluyen facilitar el acceso a minerales críticos. Asimismo, Trump presidió la firma de una declaración de paz entre Tailandia y Camboya, que incluye compromisos de desescalada, poco después de aterrizar en Kuala Lumpur. Aunque el presidente de EE UU aludió incorrectamente en dos ocasiones al “tratado de paz”, los diplomáticos tailandeses fueron más precisos y calificaron el acuerdo de “reafirmación” de un alto el fuego que ambas partes acordaron en julio.

Esta reunión cara a cara es la continuación de la conversación telefónica que mantuvieron los presidentes de Estados Unidos y Brasil hace un par de semanas tras el fugaz saludo entre ambos en la Asamblea General de la ONU, en septiembre, que sirvió para romper el hielo. El saludo en Nueva York entre los dos mandatarios, que no se conocían, fue cordial y sirvió para abrir la vía de diálogo que la diplomacia brasileña buscaba desde hacía semanas ante la total cerrazón de Washington.

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