Belén, conocida mundialmente como el lugar de nacimiento de Jesús, enfrenta una Navidad atípica y sombría debido al impacto del conflicto en Gaza. Por segundo año consecutivo, esta ciudad, símbolo de paz y esperanza, vive la temporada navideña en un contexto de incertidumbre, crisis económica y desolación.
Sin Celebraciones Tradicionales
En años anteriores, Belén se vestía de gala para celebrar la Navidad: decoraciones deslumbrantes, un imponente árbol navideño en la Plaza del Pesebre, y desfiles llenos de música y alegría atraían a miles de turistas y peregrinos de todo el mundo. Este año, sin embargo, la ciudad se ha visto forzada a cancelar estas tradiciones.
El alcalde de Belén, Hanna Hanania, tomó la decisión de no instalar el tradicional árbol de Navidad ni organizar eventos públicos. Según el alcalde, en medio de la tragedia en Gaza, sería insensible celebrar como de costumbre. «Queremos enseñar al mundo que Belén no está teniendo una Navidad normal», expresó.
La ausencia de decoraciones y actividades festivas ha dejado la Plaza del Pesebre en un estado de inusual calma. El bullicio característico de la temporada ha sido reemplazado por un ambiente de tristeza, reflejo del dolor de los residentes y las dificultades económicas que enfrentan.
Un Golpe Devastador al Turismo
El turismo, que es un pilar fundamental de la economía local, se ha desplomado debido a la guerra. Los 80 hoteles de la ciudad han cerrado sus puertas desde que inició el conflicto, dejando a miles de personas sin empleo. Entre ellos está el Hotel Belén, uno de los más grandes de la zona, que contaba con 220 habitaciones y más de 100 empleados.
Elias Alalarja, propietario del hotel, comentó que el turismo es extremadamente sensible a las tensiones políticas y que la guerra ha llevado a una caída abrupta en las visitas. Otros comerciantes locales, como Rony Tabash, dueño de una tienda histórica desde 1927, comparten su preocupación. La falta de visitantes ha puesto en jaque a muchos negocios familiares que dependen del flujo turístico para sobrevivir.
La Voz de los Habitantes de Belén
Los residentes de la ciudad sienten el impacto de la guerra no solo en la economía, sino también en su espíritu. Sin las festividades habituales, muchos expresan su tristeza y preocupación. Tabash afirmó: «No sé cuánto tiempo más podré mantener mi negocio abierto», reflejando la incertidumbre que prevalece entre los comerciantes.
El Llamado de Solidaridad Internacional
Líderes religiosos y comunitarios de Belén han hecho un llamado a la solidaridad internacional para aliviar la difícil situación que enfrentan. Durante su mensaje de Navidad, el Papa Francisco pidió por el cese de las armas en Gaza, Ucrania y otras regiones afectadas por conflictos. El Pontífice instó a la comunidad global a trabajar por la paz, subrayando la necesidad de apoyo a los afectados por estas crisis.
Un Futuro de Esperanza
Aunque el presente parece sombrío, los habitantes de Belén mantienen la esperanza de que esta situación pueda mejorar. La Navidad, aunque silenciada en sus expresiones públicas, sigue siendo un momento de reflexión y oración por la paz. Los residentes anhelan que, algún día, las luces, la música y el turismo puedan regresar a su ciudad, devolviendo la alegría que tradicionalmente caracteriza esta época.
La Navidad en Belén este año no es solo un símbolo de fe, sino también un reflejo de las dificultades que enfrentan sus habitantes debido al conflicto en Gaza. Mientras los ciudadanos de esta histórica ciudad luchan por salir adelante, su mensaje de resiliencia y esperanza resuena con fuerza en todo el mundo.