Corea del Sur afronta conmocionada ocurrida en su territorio, en la que han fallecido 179 de las 181 personas que iban a bordo de un vuelo. El domingo, un avión de pasajeros de la aerolínea Jeju Air, procedente de Bangkok (Tailandia), estalló en llamas en el aeropuerto internacional de Muan, en la provincia surcoreana de Jeolla del Sur (suroeste). Se cree que, durante un aterrizaje de emergencia, fallaron los tres trenes de aterrizaje, lo que provocó que la aeronave se saliese de la pista y chocase con un terraplén de tierra y las estructuras de hormigón que delimitan el perímetro del aeropuerto. Ha sido el siniestro aéreo más letal de 2024 en todo el mundo. Este lunes, otro vuelo de la misma compañía de bajo coste tuvo que regresar al aeropuerto del que había despegado, el de Gimpo (oeste), tras detectar un problema con el tren de aterrizaje que, a pesar de ello, funcionó correctamente cuando el avión tomó tierra.
Determinar la razón de un accidente de la magnitud del de ayer suele llevar meses, han enfatizado funcionarios del Ministerio de Tierra, Infraestructuras y Transportes surcoreano. Las primeras averiguaciones apuntan a un mal funcionamiento del tren de aterrizaje, aparentemente provocado por el choque de un ave, según informaron desde esa cartera ministerial el domingo. Esa avería pudo provocar el descenso de emergencia, tras el cual el avión se deslizó por la pista con el fuselaje en contacto directo con el asfalto, sin haber podido sacar el tren de aterrizaje.
Desde el Ministerio de Transportes han comunicado que una de las dos cajas negras recuperadas del avión ha sufrido daños parciales, lo que probablemente retrasará aún más el análisis. Según un funcionario de la junta de investigación de accidentes de aviación y ferrocarril, citado por la agencia Yonhap, el registrador de datos de vuelo (FDR, por sus siglas en inglés) del avión Boeing 737-800 estaba dañado cuando se encontró, mientras que el registrador de voces de cabina (CVR, por sus siglas en inglés) estaba intacto. Si ambos dispositivos se hubiesen recuperado sin daños, el proceso de cifrado podría haber sido relativamente rápido. Sin embargo, las autoridades han advertido que, dado su estado, “solo descifrar el FDR podría llevar alrededor de un mes”.
Pero el proceso podría demorarse incluso más tiempo, ya que, según ha señalado el funcionario, si encuentran dificultades para descifrarlo, tendría que enviarse a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés). En ese caso, podría tardar al menos seis meses. “Tienen casos de todo el mundo para analizar, por lo que podría llevar bastante tiempo”, recoge la agencia de noticias surcoreana. La Administración Federal de Aviación estadounidense ha adelantado a Yonhap que ha formado un equipo con la NTSB para asistir a las autoridades surcoreanas en la investigación.
El FDR monitorea la altitud, la velocidad y la dirección del avión, mientras que el CVR graba las transmisiones de radio y los sonidos en la cabina, como las voces de los pilotos y los ruidos del motor. Ambos dispositivos están diseñados para resistir un impacto 3.400 veces mayor que la fuerza de gravedad de la Tierra y temperaturas superiores a los mil grados centígrados. Se instalan en la parte trasera del avión para minimizar los daños en caso de accidente.
Los dos únicos supervivientes eran miembros de la tripulación, que se encontraban en la parte trasera de la aeronave cuando se produjo el choque: un hombre de 33 años, apellidado Lee, y una mujer de 25, de apellido Koo. Ambos están recibiendo tratamiento médico en hospitales de Seúl, a los que fueron trasladados después de ser atendidos en centros más cercanos al aeropuerto de Muan.
Es la mayor tragedia aérea ocurrida en territorio surcoreano, pero no la más letal en la que una aerolínea del país está involucrada. Aquella fue la de 1997, cuando un aparato de Korean Air se estrelló en Guam –en el archipiélago de las Islas Marianas, territorio no incorporado de Estados Unidos–. Se cobró 200 vidas.
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Source: elpais.com