Keir Starmer se ha lanzado a una batalla despiadada con la pretensión de no mancharse las manos. El primer ministro británico ha decidido finalmente responder a a menores en el Reino Unido ocurrido hace más de una década. Starmer ha evitado acusar directamente al multimillonario, consciente del importante papel que va a desempeñar en la inminente Administración estadounidense de Donald Trump, pero lo ha colocado, junto al Partido Conservador, entre los que “extienden mentiras y desinformación” en las redes y “amplifican el discurso de la extrema derecha”.
El primer ministro quería que su primer discurso del año se centrara en la tan necesaria reforma de un Servicio Nacional de Salud al borde del colapso, y su equipo tenía programado un acto público este lunes en un centro médico de la localidad de Epsom. Pero en las horas previas a la intervención, Downing Street ya había anticipado a los medios que Starmer respondería a Musk —sin entrar en un enfrentamiento directo— y defendería su historial al frente del Servicio de la Fiscalía de la Corona.
“Disfruto como el que más de los debates, por duros que sean, en política, pero deben basarse en los hechos y en la verdad, no en mentiras, no en las reglas de aquellos tan desesperados por reclamar atención que están dispuestos a degradarse a sí mismos y a su país”, ha acusado el primer ministro británico.
El magnate tecnológico ha rescatado un escándalo que conmocionó a la sociedad británica hace más de una década, y que todavía arrastra entre la población infinitud de sospechas y teorías de la conspiración. Las llamadas grooming gangs (algo así como mafias de pederastas), organizaciones criminales que explotaban y abusaban sexualmente de menores, extendieron el terror por varias regiones y localidades británicas ante la negligencia y falta de respuesta de la policía y de las autoridades políticas.
Consciente, en cualquier caso, de que los hechos son un arma débil frente a los ataques masivos en las redes sociales, Starmer ha querido responder a Musk sin hacer del multimillonario el protagonista de la disputa. Para el primer ministro, una línea roja se ha cruzado desde el momento en que el Partido Conservador, al que ha acusado de ignorar durante 14 años las recomendaciones del informe de la profesora Jay, “se ha subido al carro de la extrema derecha”.
La lentitud con que respondieron las autoridades, por burocracia, por miedo a despertar tensión racial o a ser acusados de islamófobos, o por escaso interés en los problemas de comunidades minoritarias marginales, desató todo tipo de teorías, incluida la acusación de que toda la trama había sido tapada para preservar una supuesta visión positiva del multiculturalismo del Reino Unido. Durante parte de esos años, Starmer estuvo al frente del Servicio de la Fiscalía de la Corona (similar a la Fiscalía General de España).
Starmer was complicit in the RAPE OF BRITAIN when he was head of Crown Prosecution for 6 years.
Starmer must go and he must face charges for his complicity in the worst mass crime in the history of Britain.
Free Tommy Robinson!@TRobinsonNewEra
El magnate, empeñado en una vendetta personal contra Starmer desde hace casi medio año, se ha preguntado públicamente y de modo retórico en las últimas horas si “Estados Unidos debe liberar al pueblo del Reino Unido de su Gobierno tirano”, y ha pedido al rey Carlos III que disuelva el Parlamento para convocar nuevas elecciones.
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Source: elpais.com