Ancelotti, sobre Mbappé: “Con la calidad que tiene no sé hasta dónde puede llegar”

Un Mbappé que incluso despertó la admiración de sus rivales: Muriqi no esperó al final del partido para pedirle la camiseta. Lo hizo en el entretiempo. Una idolatría que no genera ninguno de sus compañeros, ni siquiera Vinicius, el último gran candidato de la casa blanca para ganar el Balón de Oro.

La irrupción en la Supercopa de España del mejor Mbappé, que recibió la visita de Benzema en la concentración del Real Madrid en Yeda, no opacó, sin embargo, . Menos polémico de lo habitual, el brasileño se centró en el juego. No dijo ni mu en la tangana que encendió Bellingham y terminaron de explotar Asencio y Pablo Maffeo. “El pique que tienen ellos ya lo conocemos. Creo que fue Asencio. Le animo a que con la juventud que tiene aprenda a ganar porque le va a venir mejor. Sentimos que no estuvo bien y ya está”, valoró Dani Rodríguez. “Sé que hay un jugador del Mallorca que todo el tiempo y que en todos los partidos tenemos un problema con él”, sumó Tchouaméni sobre Maffeo. “La gente se ha enfadado, pero lo más importante era ganar el partido. No queremos hablar de este chico porque es lo que quiere”, añadió. Rodrygo, por su parte, zanjó: “No sé qué pasó. Me concentré en el gol. Contra el Madrid ellos siempre intentan dar la vida y a veces es normal que pase esto. No me voy a gastar hablando de esto”.

Rodrygo acostumbra a estar tranquilo. Vinicius, no. En modo zen, ni siquiera el pequeño rifirrafe en el primer tiempo con Maffeo —el lateral del Mallorca exageró un manotazo del brasileño en su pecho—, sacó del partido al número 7, que pudo disputar la Supercopa gracias a que no se consideró agresión su acción en Valencia donde fue expulsado (cumplirá la sanción de dos partidos en LaLiga).

Con Vinicius disponible, Ancelotti alineó ante el Mallorca su mejor once. O, al menos, el mejor once posible mientras Carvajal y Militão siguen en la enfermería. El técnico italiano no quería sorpresas. Vinicius, como era de esperar, ocupó el carril izquierdo, mientras Mbappé se posicionó en el eje central. A la derecha, Rodrygo. Custodiándolos desde la segunda línea, Bellingham.

Mbappé, suelto para regatear y cómodo en su rol de falso 9, rompió líneas a pura velocidad y desencadenó la jugada que culminó con el gol de Bellingham. Más tarde, fue nuevamente el francés quien inició la acción que terminó con el gol en propia puerta de Valjent. “Hemos empezado bien, pero no hemos marcado. El partido ha estado equilibrado hasta que hemos hecho el segundo gol”, analizó Ancelotti.

Rodrygo cerró la goleada que selló el pase a la final del Madrid. “El Barcelona ganó y nosotros teníamos que ganar para llegar a la final. Ahora hay un Clásico y lo tenemos que ganar”, valoró Tchouámeni. Y Rodrygo remató: “Será difícil como siempre, pero estamos preparados y estamos bien, queremos este primer título del año”. El Madrid, que ya presumía de uno de los mejores ataques del mundo con Vinicius, Bellingham y Rodrygo, ahora añade a Mbappé a su gran arsenal.

Y no a cualquier Mbappé, sino a uno que recuerda al mejor Mbappé. “Con la calidad que tiene no sé dónde puede llegar”, concluyó el técnico del Real Madrid.

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