El Gobierno de Biden sanciona al sector petrolero de Rusia antes de la investidura de Trump

“Estados Unidos está tomando amplias medidas contra el sector clave de ingresos que Rusia emplea para costear su guerra brutal e ilegal contra Ucrania”, ha declarado la secretaria del Tesoro, Janet Yellen. “Esta medida tiene como base, y fortalece, nuestro objetivo desde el comienzo de la guerra, interrumpir los ingresos de energía del Kremlin”.

Las penalizaciones también se dirigirán contra “docenas” de compañías de servicios relacionadas con el sector y cargos rusos en el área de la energía. Muchas de esas compañías, según el Tesoro, “solo se establecieron tras la invasión y rápidamente empezaron a manejar cientos de millones de dólares en petróleo ruso, meses después de su creación”.

Los barcos sancionados integran una flota de buques viejos, que en ocasiones incumplen los estándares de seguridad para transportar a los países compradores ―la India y China, entre otros― el petróleo vendido a precios superiores a los 60 dólares el barril, el límite autorizado por el G-7, el grupo de economías más desarrolladas, tras la invasión rusa de Ucrania. Por su parte, la UE aprobó en diciembre sanciones a barcos de terceros países que ayudan a Rusia a eludir los castigos al petróleo.

“Desde el comienzo de la invasión ilegal rusa de Ucrania, Estados Unidos y nuestros aliados se han centrado en hacer más difícil para Rusia que pueda equipar a sus fuerzas y sufragar su brutal guerra. Estados Unidos tomará medidas decisivas contra el sector de la energía rusa, la principal fuente de ingresos del Kremlin, que afectarán a piezas clave en el sector”, han apuntado los altos cargos.

Un día antes de divulgar las nuevas sanciones, el Pentágono había anunciado la entrega de un nuevo paquete de ayuda militar a Kiev por valor de 500 millones de dólares, formado en su mayor parte por munición para diversos sistemas armamentísticos.

“Este es el momento adecuado para las sanciones”, han declarado los altos cargos. Los suministros de energía a principios de la guerra quedaron reducidos, lo que desató los precios y contribuyó a desencadenar una ola inflacionaria en Occidente. Pero ahora la economía estadounidense se ha estabilizado y las previsiones de las agencias especializadas es que a lo largo de este año la oferta de crudo vaya a sobrepasar la demanda. Este factor, apuntan, da a Washington “un mayor margen” para tomar medidas sin perjudicar a la economía global. Y los países compradores del crudo ruso tendrán otras opciones para adquirir a otros proveedores el suministro que necesitan, si lo desean.

“Creemos que estas sanciones, y los pasos que hemos dado para mejorar el poderío de Ucrania en el campo de batalla y para reducir sus debilidades económicas, aportan a la nueva Administración un refuerzo considerable en su capacidad de presión, y la de Ucrania, para negociar una paz justa y duradera”, han apuntado los altos cargos.

También reconocen que, como ha sucedido en el pasado con las rondas de sanciones previas contra áreas que abarcan desde la industria militar rusa a su sistema bancario, Moscú intentará evadir esas sanciones. “Es inevitable”. Pero, apuntan, “el Kremlin va a tener que recurrir a canales de suministro cada vez más complicados y más caros para reemplazar las ventas que estas medidas van a prohibir.”

“Nosotros también vamos a tener la posibilidad de adaptarnos”, agregan. Washington ha impuesto más de 5.000 sanciones y controles a las exportaciones de Rusia desde el comienzo de la guerra. “Muchas de esas medidas son contra empresas, empresas fantasma, intermediarios dentro y fuera de Rusia que no existían siquiera antes de la invasión”, declaran los altos cargos.

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