García de Andrés relata este domingo por teléfono a EL PAÍS que el conflicto con la diócesis venía de antiguo, aunque ha sido un nuevo sacerdote, Felicién Malanza, que tomó posesión este verano, quien les ha vetado tanto a él como a la otra pareja.
La respuesta que recibió García de Andrés tras su queja fue que para él aplicaba la misma situación y, tras consultarlo con el obispo, le trasladó que él también tenía vetado el sacramento. “Es absurdo, yo vivo con mi pareja desde hace años y el párroco lo sabía porque cuando tomó posesión me reuní con él como alcalde y le conté mi situación”, relata.
García de Andrés lamenta que “la primavera de Francisco” no haya llegado a la Iglesia de su provincia. En diciembre de 2023, el Vaticano , una decisión que acrecentó el enfrentamiento entre el sector más conservador de la Iglesia, siempre contrario a estos gestos de acercamiento a la comunidad LGTBI, y el más progresista.
Tanto el alcalde como su familia aseguran estar “muy afectados” por la situación. “Es muy triste, hablo con serenidad, pero he llorado mucho porque no me parece justo y sobre todo, me parece grave que estemos volviendo otra vez a algo que creíamos superado, ese envalentonamiento del dedo inquisidor, que van al cura y les dicen que esta ha abortado o este ha hecho lo que sea. Y el sacerdote, en lugar de pararle los pies, va con el cuento a obispo, que toma estas decisiones. Yo me pregunto si las van a generalizar para todo el mundo, porque somos muchos en esta situación”.
Tras hacer pública la situación, el alcalde de Torrecaballeros ha recibido muestras de apoyo de todo tipo, desde otros feligreses de su parroquia, hasta su partido, los de la oposición y también de colectivos LGTBI. “También hay algún mensaje negativo en redes, pero son una mínima parte”, matiza. Ha decidido no ir este domingo a misa, no quiere “dar el espectáculo”, pese a que podría acudir para que el cura “se retrate y haga lo que tenga que hacer o diga lo que tenga que decir delante de todo el mundo”. Ahora, asegura, tendrá que vivir su fe de forma privada “fuera de la Iglesia”, porque así se lo han “impuesto”.
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
Source: elpais.com