Hamás ha liberado en la tarde de este domingo a las tres primeras rehenes acordadas en el alto el fuego con Israel que entró en vigor por la mañana. Las tres mujeres, civiles de entre 23 y 31 años, han aparecido en televisión rodeadas de milicianos con distintivos del movimiento islámico palestino mientras se las llevaban al Comité Internacional de la Cruz Roja, institución encargada de sacarlas de la Franja tras más de 15 meses de cautiverio. De forma paralela, decenas de presos palestinos esperan para ser intercambiados en la cárcel israelí de Ofer, a las afueras de Ramala, la capital administrativa de Cisjordania. Tras este canje, quedan dentro de Gaza todavía otros 95 secuestrados, decenas de ellos ya sin vida, que deberían ir siendo entregados en las próximas semanas si no salta por los aires una tregua cuya primera fase ocupará las próximas seis semanas.
“Me siento como si por fin hubiera encontrado algo de agua para beber después de perderme en el desierto durante 15 meses. Me siento viva de nuevo”, ha dicho a la agencia Reuters Aya, una desplazada de la capital que ha pasado más de un año en Deir Al-Balah, en el centro de la Franja. Otro vídeo, en cambio, muestra a una mujer arremetiendo a gritos por la devastación de Gaza contra una joven que regala dulces.
Hasta la entrada en vigor del alto el fuego ha sido dramática en este acuerdo cuyo parto alargó el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Su marco es prácticamente el mismo desde el tercer mes de guerra, como ha admitido en una entrevista Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Thani, el primer ministro de uno de los países mediadores, Qatar. “Básicamente, [fueron] 13 meses de pérdida de tiempo negociando detalles sin importancia y que no valen una sola de las vidas perdidas en Gaza o una sola de las vidas de los rehenes perdidas en los bombardeos”, aseveró.
Durante las casi tres horas de retraso de la tregua este domingo, el ejército israelí siguió bombardeando y causó 15 muertos.
En Israel, todas las miradas están puestas en tres nombres: Romi Gonen, Emily Damari y Doron Steinbrecher. Son las tres rehenes que recobrarán esta tarde la libertad. Alguna de ellas ha aparecido brevemente entre el tumulto junto a milicianos de Hamás.
La primera fue secuestrada el 7 de octubre de 2023, con 23 años, cuando intentaba escapar del festival Nova, muy cerca de la frontera con Gaza. Se sabe que está herida por el relato de otro rehén que coincidió con ella durante el cautiverio y porque se le dijo poco antes a su madre por teléfono: “Me han disparado, mamá, estoy sangrando”.
Damari, de 28 años, tiene doble nacionalidad británica-israelí. Resultó herida de bala y por metralla al ser capturada aquel 7 de octubre en su casa, en el kibutz Kfar Aza. También allí fue secuestrada Steinbrecher —de 31 años, enfermera veterinaria y con pasaporte rumano—, que avisó por teléfono a su familia: “Me han cogido”. En enero de 2024, Hamás emitió un vídeo de propaganda en el que aparecía con vida.
En Rafah, los cientos de camiones que aguardaban con ayuda humanitaria en el lado egipcio del cruce fronterizo han comenzado a entrar a Gaza con alimentos y productos básicos, como agua potable, material sanitario e higiénico y tiendas de campaña.
La alegría de las familias de las rehenes y de la castigada población de Gaza contrasta con las dimisiones de esta mañana en protesta por el acuerdo de alto el fuego. Como ya había adelantado, el ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, ha presentado el escrito formal de abandono del Ejecutivo, junto con los otros dos ministros de Poder Judío, el partido ultranacionalista que lidera: Yitzhak Wasserlauf, de Desarrollo del Néguev y la Galilea, y Amijai Eliyahu (Patrimonio). Son tres de los ocho que votaron en contra del acuerdo de alto el fuego el sábado, frente a 24 sufragios a favor.
Ben Gvir ha dejado claro, no obstante, que su salida de la coalición no implica el fin del apoyo a Netanyahu, al que proporcionará una red de seguridad parlamentaria (tiene seis de los 120 diputados) para que siga en el poder y que regresará si Israel retoma los ataques. Bezalel Smotrich, el otro gran líder ultranacionalista y ministro de Finanzas, ha reiterado este domingo en una entrevista que Netanyahu le ha prometido hacerlo, a fin de “tomar el control de toda Gaza y gobernarla”, y ha advertido de que derrocará su Ejecutivo si incumple su palabra. Sin el apoyo de los partidos de Ben Gvir y Smotrich, Netanyahu quedaría en minoría en el Parlamento.
En su primer discurso sobre el alto el fuego, a última hora del sábado, Netanyahu insistió en que su primera fase —la que acaba de comenzar y durará mes y medio— es únicamente un “alto el fuego temporal” y que tanto el presidente de Estados Unidos que lo negoció, Joe Biden, como quien le sucederá mañana lunes, Donald Trump, le “han dado pleno apoyo” para “retomar los combates si Israel concluye que las negociaciones de la segunda fase no van a ningún lado”, algo que haría “de formas nuevas y con mucha fuerza”.
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Source: elpais.com