El Ministerio de Sanidad quiere cambiar las reglas laborales de los trabajadores sanitarios, el estatuto marco que rige su profesión, y que lleva en vigor más de 20 años. El Gobierno se ha sentado este miércoles con los representantes de los trabajadores para avanzar en la negociación de un proyecto de ley que pretende cambiar (entre otras) dos realidades muy asentadas en la sanidad española: las guardias de 24 horas y la compatibilidad de los médicos para trabajar en la sanidad pública y la privada.
Aunque todavía no hay nada cerrado, esto último ha generado una gran contestación entre el colectivo médico y sus representantes. La ministra, Mónica García, anunció la semana pasada la intención de que los jefes de servicio y cargos directivos de los hospitales públicos estén obligados a trabajar para la sanidad pública en exclusividad y no puedan compatibilizar sus cargos con funciones en la privada. “Nadie se imagina que alguien pueda trabajar en Coca-Cola y en Pepsi a la vez”, dijo el lunes a los medios en referencia a esta iniciativa.
A la salida de la mesa, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM, el mayoritario en la profesión) mantiene su rechazo a esta propuesta y reclama un estatuto específico para los facultativos, “que recoja las especiales condiciones de formación y responsabilidad” de este personal.
La eliminación de las guardias de 24 horas, otra de las promesas del ministerio, tampoco ha satisfecho, tal y como está redactada, a los sindicatos. Lo que hace es eliminar la jornada ordinaria previa a la guardia, de forma que los profesionales trabajarían 17 horas, en lugar de un día entero. Los representantes de los trabajadores consideran que, según interpretan el borrador, esto obligaría a los profesionales a devolver las horas otro día, “probablemente en horario de tarde doblando turno”, algo que también ha desmentido García en la rueda de prensa: “Uno de los compromisos del ministerio es que no se excedan las 17 horas [de trabajo continuado], y que las horas de descanso no tengan que ser en ningún caso recuperables”. La ministra ha achacado esta confusión a una posible ambigüedad en la redacción que se corregirá.
El sindicato mayoritario entre las enfermeras (Satse) ha reconocido tras la reunión avances laborales y profesionales para enfermeras y fisioterapeutas, pero ha advertido que “aún queda mucho por mejorar, aclarar y concretar”. García cree que hay consenso a la hora de reconocer a cada profesional los créditos cursados en sus carreras, algo que no se venía haciendo desde la implantación del Plan Bolonia, que pasó a considerar grado estas dos titulaciones, mientras la categoría profesional seguía correspondiendo a una diplomatura, lo que restringe el desarrollo de la carrera y merma sus sueldos.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, por su parte, ha urgido al Ministerio de Sanidad a priorizar una adecuada reclasificación de todas las categorías de la sanidad, especialmente los técnicos medios y superiores (Técnicos de laboratorio, TCAEs, entre otros).
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Source: elpais.com