El caos y la confusión con que ha empezado Donald Trump su segundo mandato como presidente de Estados Unidos ha dado un nuevo paso este sábado. La Casa Blanca aseguró el viernes que Estados Unidos . Pero falta un pequeño detalle: no están aprobados. El 1 de febrero ha empezado y las mercancías siguen circulando libremente por las fronteras estadounidenses. Para aumentar más la incertidumbre, Trump se ha ido a pasar el fin de semana a Mar-a-Lago, su mansión en Palm Beach (Florida) y la agenda distribuida el sábado por la noche por la Casa Blanca asegura que no tiene ningún acto público previsto para hoy.
La agenda presidencial puede cambiar y Trump puede aprobar los decretos correspondientes sin un acto público, pero no se sabe cuándo ni cómo se divulgará ni cuándo entrará en vigor. De momento se desconocen los detalles de la medida, incluidas las posibles exenciones para ciertos productos, más allá de que Trump dijo que al petróleo canadiense se le aplicaría un gravamen del 10% en lugar del 25%. Estados Unidos compra a Canadá el 60% del petróleo que importa. La amenaza arancelaria y Canadá, que han amenazado con represalias. China también se prepara para el embate.
Lo previsible es que los aranceles se impongan mediante una orden ejecutiva, pero parece sorprendente que una de las decisiones de más calado del comienzo de su mandato la vaya a realizar sin ningún acto público. Aunque con carácter general la Constitución de Estados Unidos otorga al Congreso el poder de imponer aranceles a las mercancías, el propio legislativo ha delegado parte de ese poder en el Ejecutivo a lo largo del tiempo.
A principios de 2018, Trump impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962. Esa ley permite al presidente elevar los aranceles sobre las importaciones que supongan una amenaza para la seguridad nacional sin la aprobación del Congreso tras una investigación del Departamento de Comercio. Esas amenazas pueden incluir “fomentar la dependencia de Estados Unidos de importaciones poco fiables o inseguras” o “amenazar fundamentalmente la capacidad de las industrias nacionales de Estados Unidos para satisfacer las necesidades de seguridad nacional”.
Trump dijo también que se prevén para más adelante, se entiende que con carácter universal, aranceles para proteger sectores concretos. “Vamos a poner aranceles a los chips. Vamos a poner aranceles sobre el petróleo y el gas. Eso ocurrirá bastante pronto, creo que alrededor del 18 de febrero, y vamos a poner muchos aranceles sobre el acero. Ya tenemos aranceles sobre el acero, y hemos salvado nuestra industria siderúrgica, pero eso fue relativamente pequeño en comparación”. El presidente señaló que los aranceles al acero llegarían en febrero y también anunció “un muro” arancelario para proteger a la industria farmacéutica y al cobre.
Además, el presidente de Estados Unidos prevé aranceles a la Unión Europea, lo que amenaza con desatar una guerra comercial a gran escala. “¿Que si voy a imponer aranceles a la Unión Europea? ¿Quieres la respuesta sincera, o te damos una respuesta política? Absolutamente, aranceles. La Unión Europea nos ha tratado terriblemente”, dijo el viernes en la Casa Blanca. “No compran nuestros coches, no compran nuestros productos agrícolas, esencialmente, no nos compran casi nada. Y tenemos un déficit tremendo con la Unión Europea. Así que haremos algo muy sustancial con la Unión Europea. Llevaremos el nivel a donde debería estar”, añadió.
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Source: elpais.com