Jorge Vilda, entrenador de la selección femenina de fútbol durante el Mundial de 2023, ha disparado este miércoles contra Rafael Hermoso, hermano de Jennifer Hermoso, que señaló la pasada semana al técnico por participar en las “presiones” contra la futbolista para que ella justificara en público el beso que Luis Rubiales le propinó tras la final del campeonato. Durante su declaración como acusado en la Audiencia Nacional, donde se sienta en el banquillo junto al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Vilda ha repetido que Rafael Hermoso “miente” cuando él asegura que, como advertencia para que la deportista diera su brazo a torcer, lo amenazó con que su negativa le acarrearía “consecuencias personales y profesionales”.
A lo largo de su declaración, que se ha prolongado durante unos 40 minutos y durante la que ha respaldado la versión de Luis Rubiales, el exseleccionador ha negado que participase en las presuntas coacciones a la delantera y se ha esforzado en restar credibilidad a Rafael Hermoso y Vitoriano Martín, un amigo de la futbolista que también viajaba en el avión de regreso a España desde Sídney (Australia), donde se celebró la final. En ese vuelo, los tres mantuvieron una conversación.
—¿Pero le dijo si podía hacer algo para que su hermana saliera en un vídeo [con Rubiales para rebajar la importancia del beso]? —le ha inquirido entonces la fiscal Marta Durántez.
—Yo le dije si podíamos buscar una fórmula para normalizar la situación y para que se hablara de lo verdaderamente importante, que era el campeonato. No le especifiqué si era un vídeo, pero sí le dije de salir y hablar, o de hacer algún tipo de comunicación —ha contestado Vilda, que solo ha querido responder a las preguntas del ministerio público, del magistrado José Manuel Clemente Fernández-Prieto y de las defensas.
—¿Él le dijo que ella no quería?
—No, eso es falso. Él me dijo que iba a hablar con ella […] Yo le trasladé [al hermano] mi preocupación por el impacto mediático que [esta situación] podía producir en Jenni y en la selección, pensando en los siguientes compromisos que teníamos.
—¿En el impacto para la selección o para usted y Rubiales?
—En ningún caso le hablé de Rubiales y en ningún momento pensé en Rubiales —ha reiterado el acusado.
Vilda ha detallado que no vio en directo el beso de Rubiales a Hermoso, pero que en el propio césped del estadio Olímpico empezó a oír los primeros comentarios sobre ello: “Pero nadie le daba mayor importancia”, ha matizado, antes de añadir que su atención, en ese momento, se centraba en su hija, que había sufrido un problema de salud. Según el sumario, las coacciones comenzaron en los propios vestuarios del complejo deportivo. Pero el entrenador ha asegurado que no se dio cuenta: “No percibí nada”. “Lo que yo había percibido era alegría, celebración, jolgorio…”, ha seguido.
La fiscal Marta Durántez ha puesto de relieve que el vuelo desde Sídney duró más de 20 horas, y que la jugadora se derrumbó varias veces durante el trayecto, según relataron varias compañeras de selección a lo largo del juicio. “Después de haber escuchado a Jennifer Hermoso aquí, [porque] después del Mundial no hemos vuelto a hablar, [veo] que realmente ella se sentía dolida porque yo no le había preguntado, y porque no le había dicho cómo estaba. E igual tendría que haberle preguntado cómo estaba”, ha concedido el técnico.
—Pero ni usted ni nadie se preocuparon por ella, nadie de la federación —le ha incidido Durántez.
—Porque allí, lo que todo el mundo veía, lo que todo el mundo sentía, era alegría, era jolgorio, era celebración… A nadie se le encendió una luz de alarma por lo que había pasado allí —ha relativizado él, aunque ha admitido que, durante el viaje, escuchó a altos cargos de la RFEF hablar sobre cómo frenar el escándalo.
Rubiales ya declaró el martes ante el tribunal. Y Luque y Rivera lo han hecho también este miércoles, después de que Vilda acabara. En pleno interrogatorio, la actual seleccionadora femenina, Montse Tomé, ha anunciado la lista de convocadas para los dos siguientes partidos del equipo, en la que no está Jenni Hermoso por segunda vez consecutiva.
Rivera ha negado que recibiera ninguna llamada de la cúpula federativa para que presionara a Hemoso, ni que lo hiciera él motu proprio: “Es alucinante que yo esté aquí [procesado]”, ha dicho el exempleado de la RFEF, que ha argumentado que ni siquiera fue ese organismo el que pagó el viaje, sino el Consell Insular de Ibiza y varios empresarios. Según su narración, recibió una llamada de Miguel García Caba, entonces vicesecretario general de la federación y exdirector del área de Integridad, porque Hermoso, que tenía el móvil apagado, debía estar disponible para hacer una videollamada con él de cara al informe que había abierto para investigar la responsabilidad de Rubiales en lo sucedido. “Que, por algo tan inocuo como pasarle un teléfono a alguien cuando no está operativo, esté metido aquí como si fuera un thriller…”, se ha quejado Rivera, que también ha negado cualquier tipo de insistencia sobre la víctima para que cargara el móvil o hablara con Albert Luque.
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Source: elpais.com