Aunque Aguirre no considera relevante este asunto para la población, las mujeres se pasan un tercio de su vida con la menopausia. Tarde o temprano, medio mundo acaba transitando este proceso vital. En el año 1900, la edad media de su aparición era de 51 años, pero la población femenina fallecía a los 59. Pasaban unos ocho años sin menstruación. En la actualidad, la edad media de la menopausia sigue siendo la misma, pero la esperanza de vida de las españolas se sitúa en los 85,7 años, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.
En septiembre de 2023 una revisión científica publicada en la revista Cell advertía de que el 85% de las mujeres con síntomas de menopausia no recibe un tratamiento eficaz y aprobado por las agencias reguladoras. Por ello, el conjunto de medidas aprobadas buscan combatir la desinformación que rodea a los procedimientos de salud orientados a la menopausia y promover una atención médica más adecuada y multidisciplinaria con un enfoque integral, según la secretaria primera de Sanidad y diputada por Madrid, María Sainz, encargada de presentar la propuesta.
Una serie de investigaciones publicadas en marzo de 2024 en The Lancet advertían de los riesgos de la excesiva medicalización de la menopausia y reclamaban un cambio de paradigma en la atención a esta etapa de la vida, con más información a las mujeres y decisiones compartidas. “La menopausia no es una enfermedad, por lo que no necesariamente es preciso diagnosticarla ni tratarla. Proponemos que esto se vea como un cambio de vida normal que, a veces, puede causar síntomas problemáticos que requieren intervención médica”, sintetizaba la autora del artículo, Martha Hickey.
Por ello, se desarrollarán campañas de información, sensibilización, difusión y educación para la salud sobre la menopausia, con la intención de evitar la estigmatización de las mujeres en su vida personal, familiar y laboral. De la misma forma, las autonomías recibirán apoyo para mejorar los niveles asistenciales de Atención Primaria y Especializada. También se reforzará la docencia, investigación y divulgación sobre este proceso biológico.
Se impulsará, además, en colaboración con las administraciones locales y las autonomías, dentro de sus competencias, su participación en la salud comunitaria durante este periodo, importante y largo en la vida de las mujeres. En esta línea, se fomentará el refuerzo de la inclusión de la menopausia en la formación de las matronas, en la enfermería general y obstétrico-ginecológica, además de en la medicina familiar y comunitaria. El objetivo es realizar un abordaje multidisciplinar para lograr una mejor identificación de los síntomas que requieran derivación.
Hasta la fecha, la ley española no contempla la baja laboral por menopausia patológica, aunque la reforma de la ley del aborto convirtió a España en el primer país de la Unión Europea en aprobar la baja menstrual, que reconoce la consideración de situación especial de incapacidad temporal a aquellas mujeres con “dismenorrea secundaria”; es decir, con dolor de regla diagnosticado y asociado a afecciones como pueden ser los miomas, la enfermedad inflamatoria pélvica, los pólipos endometriales o la dificultad en la salida de la sangre.
Las mujeres perimenopáusicas necesitan servicios sanitarios de calidad y comunidades y sistemas que les puedan dar respaldo. “Desgraciadamente, en la mayoría de países la concienciación sobre la menopausia y el acceso a la información y los servicios relacionados con ella siguen presentando deficiencias importantes”, advierte la Organización Mundial de la Salud.
En consecuencia, Sainz hace hincapié en que “es una necesidad científica, sanitaria y clínica dar importancia investigadora tanto a la menopausia como al periodo de climaterio, ya que éste último abarca los años de transición entre la etapa reproductiva y la no reproductiva, y ambos periodos son trascendentales en la vida de más de la mitad de la población”.
El Grupo Parlamentario Socialista en la presentación de la proposición no de ley antes de su debate en el pleno aclaraba que los factores de estilo de vida, como una dieta equilibrada y hacer mucho ejercicio, pueden ayudar a reducir los impactos sobre la salud y a mejorar la calidad de vida a medida que se envejece, pero consideraba necesario que las mujeres pudiesen recibir el conocimiento de todas las opciones y tratamientos con el seguimiento médico prescrito para cada caso particular, siempre desde una perspectiva biopsicosocial.
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Source: elpais.com