Donald Trump ha desatado una campaña de descrédito contra Volodímir Zelenski, a quien considera ilegítimo para dirigir a su país. En dos ocasiones lo calificó el miércoles de “dictador sin elecciones” y de haber hecho un “trabajo horrible” como presidente de Ucrania. No solo eso: también consideró que la invasión rusa es culpa del país invadido. El Gobierno de Zelenski, y numerosas voces de la sociedad ucrania, muestran su desconcierto por los visos de ruptura con la potencia que ha sido su principal aliada durante la guerra, pero sobre todo se sienten traicionados.
La batalla interna política ya ha empezado en Ucrania, coincidiendo con el huracán Trump, pero ni la mayoría de la población, según las encuestas, ni ningún partido quiere ahora elecciones porque para celebrarlas sería necesario retirar la ley marcial, por las enormes dificultades para organizarlas en plena guerra y porque la oposición no ha tenido tiempo para rearmarse. “Elecciones a punta de pistola para elegir a un presidente marioneta de Rusia que firme la cesión de los territorios de Ucrania a Rusia… No, gracias, preferimos seguir luchando a nuestra manera”, dijo en sus redes sociales Lesia Vasilenko, diputada de Holos, fuerza opositora a Zelenski.
El presidente de Ucrania convocó el 19 de febrero a un grupo reducido de medios para responder por primera vez al líder estadounidense: “Desafortunadamente, con todos mis respetos, el presidente Trump vive en una burbuja de desinformación”, dijo. Zelenski, un hombre de carácter fuerte, llevaba mordiéndose la lengua desde el otoño de 2024: desde la campaña para las elecciones presidenciales estadounidenses.
Una de las burlas repetidas en los mítines por el entonces candidato republicano era que Zelenski era “el mejor comercial de la historia” porque, según su relato, cada vez que visitaba Washington regresaba a su país con cientos de miles de millones de dólares. Trump prometió que esto iba a terminar con él si llegaba a la Casa Blanca. Zelenski y Trump se reunieron durante la campaña, en septiembre. El político estadounidense afirmó que mantenía una “muy buena relación” con Putin, a lo que el ucranio replicó: “Espero que conmigo sea mejor”. Trump respondió con una sonrisa.
La reunión de las delegaciones de la Casa Blanca y del Kremlin el pasado martes en Riad (Arabia Saudí) supuso un antes y un después en la paciencia de Zelenski. El mandatario ucranio dijo que no había sido informado de la cita. No solo eso: Trump confirmó que probablemente se reunirá con Putin este mes. La oficina del presidente ucranio ha estado trabajando para que Zelenski pudiera reunirse con Trump antes que con Putin. El jefe de Estado ucranio reaccionó cancelando el viaje oficial que tenía previsto a Arabia Saudí un día después de la cita entre las delegaciones rusa y estadounidense.
La agresividad de la Casa Blanca ha ido a más, con el vicepresidente J. D. Vance y el multimillonario Elon Musk, estrecho colaborador de Trump, repitiendo las consignas del presidente. “Si en la primera legislatura de Trump este estaba rodeado de gente que lo aplacaba, en la segunda legislatura está rodeado de gente que amplifica sus ideas”, dijo el pasado miércoles el escritor estadounidense Thomas Friedman en unas jornadas sobre la situación en Ucrania organizadas por el medio NV.
“Hay sensación de traición y mucho malestar porque desde la política ucrania se nos dijo que Trump es un tipo duro y que sería duro con Putin, pero con quien ha sido duro es con Ucrania y con Europa”, apunta Yatsenko. Zelenski y su equipo han intentado, y todavía lo intentan, ser conciliadores con el mandatario estadounidense, como se ha demostrado al recibir las autoridades del país este jueves, con cordialidad y sin protestas, .
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
Source: elpais.com