Los primeros contactos para formar una coalición entre la Unión Democristiana / Unión Socialcristiana bávara (CDU/CSU) de Merz y el Partido Socialdemócrata (SPD) empezaron después de que, en la madrugada del lunes, concluyese el escrutinio. El pequeño partido populista de izquierda Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) quedó a unas centésimas, y 14.300 papeletas, del umbral del 5% de votos que permite entrar en el hemiciclo. Se supo entonces con seguridad que solo habría cinco partidos, y no seis, lo que habría obligado a la CDU/CSU a negociar un tripartito con el SPD y Los Verdes para sumar una mayoría.
Sin BSW en el Bundestag, democristianos y socialdemócratas, identificados con los colores negro y rojo, sumaban 329 escaños, 14 por encima de la mayoría. Merz respiró aliviado. El baile podía empezar.
Los resultados finales sitúan a la CDU/CSU como primera fuerza, con un 28,6% de votos, seguida de AfD, con un 20,8%. El SPD queda tercero con un 16,4% y saca así el peor resultado de su historia. Le siguen Los Verdes con un 11,6% y La Izquierda, auténtica sorpresa de estas elecciones, con un 8,8%. Se quedan fuera de hemiciclo, además de la BSW, los liberales del FDP, que obtienen un 4,3%.
La tercera prioridad de Merz es la economía y la crisis industrial y, en este caso, cree que tiene opciones para convencer al SPD. ¿Cómo? Las regiones amenazadas por la desindustrialización son feudos históricos del SPD, un partido que, según su argumento, sufre una fuga de votos hacia la derecha. La crisis de los socialdemócratas, dijo, es existencial, y añadió: “Yo no tengo interés alguno en la destrucción del partido”.
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Source: elpais.com