La espalda azota de nuevo a Paula Badosa, que descarta jugar en Indian Wells

Más allá de la escalada en el ranking —del puesto 140 al décimo, en poco más de un año— y de la sensible mejoría en el rendimiento y los resultados, si de algo se enorgullecía Paula Badosa era de la continuidad lograda en los últimos tiempos. Una linealidad que hoy se rompe, teniendo en cuenta lo acontecido en el estrecho margen de la última semana: retirada en Mérida (México) y ahora el descarte de Indian Wells, allí donde encontró la gloria hace cuatro años. Su mejor pelotazo. “Este es uno de mis torneos favoritos y lo he intentado hasta el último momento, pero no estaré en el cuadro. Estoy realmente triste, pero confío en regresar el próximo año”, transmite la española, azotada de nuevo por la lesión crónica que sufre en la espalda desde 2023, cuando una fractura por estrés en la vértebra L4 la dejó fuera de combate durante ocho meses.

Badosa lo tiene claro: mejor, no arriesgar. Demasiado delicada esa dolencia, la misma que le privó de competir durante un largo periodo entre 2023 y 2024, y que la condujo incluso a contemplar la opción de la retirada. “Los médicos me decían que tenía que estar parada más de un año, y en ese caso no hubiera tenido la opción de volver a jugar al máximo nivel”, explicaba en agosto en una entrevista concedida a la Cadena Ser. Ayudada por las infiltraciones y, sobre todo, por el trabajo diario que invierte en el gimnasio para fortalecer toda la musculatura que forra su cintura, la catalana consiguió domar las molestias desde julio; a partir de ahí, obtuvo la regularidad deseada y la mejora progresiva en el juego y los meritorios resultados que fue logrando —cuartos del US Open y semifinales en Australia, con el título de Washington— la guiaron otra vez a la planta noble.

Preocupan, sin embargo, tanto la escena de Mérida como este paréntesis en California. En cualquier caso, Badosa ya concentra todos sus esfuerzos en recuperarse de cara a la cita de Miami, que comienza dentro de dos semanas, y por encima de todo en no precipitarse para evitar poner en riesgo la gira sobre tierra batida que empezará en abril. Hoy día es la décima del mundo y la buena dinámica con la que finalizó el último curso, así como el prometedor despegue en este, invitan al optimismo y a la vez a la prudencia, puesto que un mal paso o las prisas de otras ocasiones podrían derivar en problemas a corto, medio y largo plazo. Al episodio de hace una semana en México le sucedió la renuncia a la Eisenhower Cup —una exhibición en la que planeaba intervenir, junto a su compañero Stefanos Tsitsipas—, de modo que tampoco participará en Indian Wells.

En una esfera más complicada, el australiano Nick Kyrgios también está tratando de volver, pero la posibilidad de que pueda jugar con regularidad parece cada vez más lejana. En enero, el controvertido jugador oceánico reapareció después de casi dos años de ausencia, pero no pudo superar la primera ronda en Melbourne y desde entonces no ha disputado un solo partido. Son, en concreto, tres los que ha jugado desde finales de 2022. Aquejado de una lesión en la muñeca que le obligó a pasar por el quirófano y previamente de una rodilla, Kyrgios es, a sus 29 años, el 1.099 del mundo y no consigue levantar cabeza. “Estoy ahí, pero si no soy capaz de terminar los partidos…”, lamentó después de tener parar durante el duelo con Botic vande Zandschulp, con 7-6(7) y 3-0 favorable al holandés. Entre lágrimas de frustración, no le quedó más remedio que retirarse de Indian Wells.

El joven murciano vuelve a ser, más si cabe, la gran esperanza nacional tras las eliminaciones a las primeras de cambio de Pedro Martínez, Roberto Carballés, Jaume Munar, Roberto Bautista, Jessica Bouzas y Alejandro Davidovich. 

La pasada madrugada cayó Bouzas (6-7(5), 6-4 y 7-5 para Anastasia Potapova) y también lo hizo Davidovich, superado por Mackenzie McDonald (2-6, 6-3 y 6-2). El malagueño había sido recientemente finalista en Delray Beach y Acapulco.

Queda en el aire la continuidad de Pablo Carreño, a remolque del francés Quentin Halys (6-3 y 4-1) hasta la suspensión del encuentro por la lluvia. El ganador se cruzará este sábado, precisamente, con Alcaraz.

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