Entre las víctimas mortales se encuentran también cuatro altos mandos del Gobierno de Hamás, informa la oficina de prensa del movimiento islamista, que acusa a Israel de dinamitar el proceso de alto el fuego en medio de críticas de la comunidad internacional a los bombardeos. De forma paralela, el ejército de ocupación israelí ha vuelto a lanzar contra la población gazatí órdenes de desplazamiento forzoso como las empleadas de forma constante durante la contienda, pero que hace semanas que no emitía. De nuevo, como meses atrás, se ve a habitantes abandonando sus lugares de residencia con algunas pertenencias en un intento por ponerse a salvo pese a que, como repiten las organizaciones humanitarias, no hay lugar seguro en la Franja, donde los muertos se acercan a los 50.000 desde que estalló la actual guerra hace 17 meses.
Las imágenes que se están viviendo en las últimas horas no son nuevas. Recuerdan el horror cotidiano vivido desde que estalló la actual contienda en octubre de 2023, aunque llevaban dos meses casi aletargadas por el alto el fuego entre las partes, que entró en vigor el 19 de enero. Desde entonces, los ataques israelíes han causado más de un centenar de muertos en Gaza, pero, en ningún caso, han sido de la contundencia del de este martes.
Los vídeos grabados en el sur, el centro y el norte de la Franja, objetivos de las bombas israelíes, muestran los velatorios improvisados en medio de los pasillos y los jardines de los hospitales, las oraciones de despedida delante de los sacos mortuorios alineados y los entierros acompañados del lamento de los familiares. También se ve a padres rotos de dolor tratando de identificar los cuerpos de sus hijos y otros familiares, levantando las mantas que cubren los cadáveres. Las imágenes dan cuenta también de traslados apresurados en medio de la noche hasta los hospitales de muertos y heridos amontonados en coches o en carros tirados por mulos que a veces a punto están de acabar en accidente en medio del caos.
El doctor Shahed describe una “situación muy difícil” durante la madrugada con la llegada de “muchos heridos” en medio del sonido de los bombardeos y el sistema “colapsado”. Las autoridades han hecho un llamamiento público para que la población done sangre y poder así atender a las víctimas. Desde primeros de marzo, Israel ha vuelto a bloquear la entrada de ayuda humanitaria a la Franja, lo que supone no solo alimentos y agua, sino también medicinas y suministros médicos cuya carestía se está haciendo notar, especialmente en estas horas críticas en los hospitales.
Hamás, que ha emitido varios comunicados, responsabiliza como “cómplice flagrante” de Israel a Estados Unidos, que fue avisado de antemano de la operación militar por Israel. Netanyahu ha justificado los bombardeos por lo que considera una negativa del grupo palestino a liberar a los 59 rehenes, más de la mitad ya muertos, que quedan todavía en Gaza y a su rechazo a las propuestas de alto el fuego.
Por su parte, el Foro Tikva (esperanza, en hebreo), que agrupa de forma minoritaria a otras familias de rehenes y que está alineado con el Gobierno de Netanyahu, ha aplaudido los bombardeos y la “renovada lucha contra el enemigo nazi en Gaza”. “Hamás nunca devolverá a todos los rehenes voluntariamente. Solo una presión militar masiva, un bloqueo total que incluya el corte de electricidad y agua, y la ocupación de territorios que lleve al colapso de Hamás, les llevará a implorar un alto el fuego y un acuerdo que permita el retorno de todos los rehenes juntos, de una sola vez”, señalan en un comunicado. “Estamos más decididos que nunca a completar la tarea y destruir a Hamás”, señala en esa línea el ministro Smotrich.
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
Source: elpais.com