El Valencia traspasa el miedo al Sevilla

Cambio de tendencia. Dos grandes del fútbol español, en horas bajas, el Valencia y el Sevilla, jugaron un partido tenso y muy disputado que tuvo como resultado el triunfo del primero. Una victoria muy importante del Valencia, que traspasó todos sus miedos al Sevilla, ahora en una línea descendente. Como ascendente es la de este equipo de Carlos Corberán que suma ya seis partidos sin perder y que con tres victorias consecutivas se aleja, de manera ya casi definitiva, de la zona de descenso. La fiesta fue importante en Mestalla después de tanto sufrir en una temporada muy dura. La cuarta derrota consecutiva del Sevilla deja muy tocado a su entrenador, García Pimienta. El eslabón más débil, sin duda, de una estructura desgastada en una entidad en plena convulsión deportiva y social. Todo apunta a una destitución del catalán, aunque el entrenador no es el único responsable de la situación. Que el Valencia le haya superado en la clasificación es un golpe duro de digerir para los cuestionados dirigentes del Sevilla.

La sonrisa de Hugo Duro y Rafa Mir en el banquillo denota que los tiempos han cambiado en el Valencia. Los jugadores del equipo valencianista se han quitado un peso de encima gracias a una racha de cinco partidos sin perder que los ha colocado a seis puntos de la zona de descenso. El artífice de este gran éxito ha sido Carlos Corberán, un técnico que en la previa del choque avisaba del buen juego que el Sevilla suele desarrollar fuera de casa. Corberán sabe lo que dice. Porque fue el Sevilla el que ahogó al Valencia con una gran presión alta, que forzaba robos de balón y continuas llegadas con peligro al área de Mamardashivili. El partido, que hace apenas unos años enfrentaba a dos aspirantes a jugar la Champions, estaba marcado en rojo en sevillista. Después de tres derrotas seguidas ante el Athletic, el Betis y el Atlético, García Pimienta, que se la jugaba, preparó a conciencia el partido.

El segundo tiempo derivó en un gran intercambio de golpes. Los dos equipos se soltaron y utilizaron con solvencia sus armas. Lukébakio lo intentó en un par de ocasiones y Mamardashivili, una vez más, salvó de manera increíble un disparo franco de Sambi. Realmente, fue el momento de los guardametas. A la impresionante acción del georgiano le sucedieron tres intervenciones de mucho mérito de Nyland. Primero rechazando, con ayuda del larguero, un disparo de Javi Guerra después de una jugada que incluyó dos taconazos. Luego, con una doble intervención de enorme mérito frente a Hugo Duro y Diego López.

Los instantes finales fueron de una gran emoción. Pimienta cambió sus laterales con la entrada de Juanlu y de Pedrosa. No hubo ningún centro con peligro del Sevilla, que insistió, no obstante, hasta el final. El Valencia, que había perdido muchos puntos en el alargue, se defendió con orden ante un Sevilla bastante previsible. Le faltaron recursos a los de Nervión a pesar de los cambios, que, una vez más, apenas aportaron una mejoría a su equipo. El acoso fue infructuoso y el Valencia, con comodidad, mantuvo un 1-0 que le supo a gloria. Ahora, incluso se piensa en cotas más altas. Así es el fútbol.

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